martes, 11 de marzo de 2014

Extinción del Sistema Misional en tiempos de Independencia y República Caso Mision de Cojede (1700-1820) por Armando González Segovia



Extinción del Sistema Misional en tiempos de 

Independencia y República


Caso Mision de Cojede (1700-1820)

Armando González Segovia

Tomado de Armando González Segovia. Historia Social de Cojede Un Pueblo de Misión en los Llanos Occidentales de Venezuela. 1530-1820. Trabajo de Grado para optar al Título de Magíster Scientiarum en Historia. Barquisimeto, Universidad Centro Occidental “Lisandro Alvarado”-Universidad Pedagógica Experimental Libertador/Instituto Pedagógico de Barquisimeto “Luis Beltrán Prieto Figueroa”, Programa Interinstitucional de Maestría en Historia UCLA-UPEL-IPB. Maestría en Historia de Venezuela, 2006. Capítulo V.




Extinción del Sistema Misional en la Independencia y República

Para lograr el proceso Independentista las élites con poder económico se unificaron, dando igualdad a los pardos dentro de la jerarquía social, y manejando elementos políticos como el ofrecimiento de la libertad a los esclavos, el otorgamiento de tierras y las mejoras a las condiciones de vida, después de 1812.
Para finales de la segunda década del siglo XIX ya la estructura del régimen misional estaba materialmente extinta. La entrega al ordinario de muchas poblaciones, más la crisis política generada por la gesta independentista que debilitó el poder de la institución eclesiástica en el ámbito político, social y económico, así como el enfrentamiento con las autoridades patrióticas aceleraron su decadencia, manifestándose la crisis entre la iglesia y el Estado[1], se resquebrajaba la unidad donde el Estado mantenía el público cumplimiento del catolicismo mediante leyes expresas y el catolicismo a su vez convertía a la sociedad en materia útil a la conservación del Estado. 1811 constituye un importante hito en esta querella al cesar el regio o real patronato, mediante la legislación de este año[2].
¿Qué sucedió en la Guerra de Independencia? ¿Qué posición asumieron los pobladores de las misiones en la gesta independentista? ¿Eran patriotas o realistas? El historiador Héctor Pedreáñez Trejo escribió “...solamente San Carlos y Tinaco se declararon por la independencia, en tanto El Pao, Lagunitas y la población de Cojede se mantuvieron fieles al régimen español...”[3]. Esta afirmación se basa en la posición asumida por el régimen misional a favor de la corona española y en defensa de los intereses del rey.
Lo anterior como puede comprobarse en la cita del documento, escrito en 1813, por el Prefecto de las misiones Fray José de Ma. Málaga haciendo referencia a los sucesos del 19 de abril de 1810 afirmó:
“Desde ese desgraciado día diez y nueve de abril del año pasado de 1810, en que se separó la provincia de Venezuela con la mayor audacia de su madre patria y a su imitación las demás provincias limítrofes, pusieron cuidado en destruir nuestros misioneros como que consideraban en cada uno de ellos un baluarte inexpugnable a sus depravadas máximas”[4]
Esto motivó que sitios como Cojede donde se forjó una mentalidad monárquica, hiciesen gran resistencia a la gesta independentista. Entonces ¿Por qué se afirma que San Carlos y Tinaco se declararon a favor de la Independencia? Porque en estos lugares residían los “blancos criollos”, dueños del poder económico, de hatos, explotadores directos de los indígenas y de los esclavos africanos y sus descendientes, quienes comenzaban a disputarle el poder político a los blancos peninsulares.
Esta era una lucha no solamente de armas sino de cambio en la concepción de las mentalidades. El pueblo creía que lo reyes tenían un poder delegado por Dios y para poder lograr la independecia era necesario devanecer esa creencia[5]. Económicamente se evidencia un mayor el apoyo a los realistas. En el cuadro 25 se detalla el donativo a los patriotas:
Cuadro Nº 26
Donativo a Patriotas 1811
CONTRIBUYENTES
PESOS
D. Bernardo Cabrera
2
D. Gregorio Camejo, D. Manuel Ríos, Rafael Delgado y Simón Márquez
2
D. Pedro Vizcaya
2
El Venerable Cura Párroco
2
Total
8
Fuente: Gaceta de Caracas. Elaborado por: Armando González Segovia.
La Gaceta de Caracas documenta para el 05 de abril de 1811[6], los donativos que hicieron a favor de los patriotas habitantes de la población de Cojede, quienes escasamente alcanzaron 8 pesos, entre siete contribuyentes.
En el aporte económico a los realistas se reportan 25 contribuyentes en Cojede, con un total de 3 chaq.; 3 Pant.; 26 P.s. y 16 R.s., como evidencia en la Gaceta de Caracas del 15 de octubre de 1817[7]. En el cuadro 26 se detallan los contribuyentes a las fuerzas realistas:
Cuadro Nº 27
Donativo a Realistas 1817
CONTRIBUYENTE
Chaq.
Camp
Pant
Ps
R.s
Pres D. Josef Antonio Diaz
0
0
0
6
0
D. Manuel Ríos
0
0
0
3
0
D. Gregorio Camejo
0
0
0
1
0
D. Francisco Porras
1
0
1
0
0
El Cap. Quintana
1
0
1
0
0
Tnte D. Josef Ma. Hrndz
1
0
1
0
0
D. Pedro Vizcaya
0
0
0
1
0
D. Francisco de los Ríos
0
0
0
2
0
D. Manuel Limas
0
0
0
1
0
D. Carlos Pérez
0
0
0
1
0
D. Josef Antonio Villanueva
0
0
0
1
0
D. Josef Francisco Tegera
0
0
0
1
0
D. Josef Peláez
0
0
0
1
0
D. Gregorio Sandoval
0
0
0
1
0
D. Agustín Yanez
0
0
0
1
0
D. Alejandro Casariego
0
0
0
1
0
D. Jerónimo Fernández
0
0
0
1
0
D. Carlos Pacheco
0
0
0
0
4
D. Candelario Avila
0
0
0
0
4
D. Juan Matute
0
0
0
0
4
D. Pedro Barreto
0
0
0
0
4
D. Juan Fernández
0
0
0
1
0
D. Ramón Fernández
0
0
0
1
0
D. Miguel Martínez
0
0
0
1
0
D. Silvestre Estaño
0
0
0
1
0

Total
3
0
3
26
16







Fuente: Gaceta de Caracas. Elaborado por: Armando González Segovia.
En el cuadro siguiente se comparan los aportes de los vecinos del pueblo de Cojede a los Patriotas en 1811 y a los realistas en 1817. ¿Puede afirmarse que existía firmeza de pensamiento? ¿Convicción ideológica a favor de una u otra causa? o ¿Sencillamente interés económico para apoyar uno u otro bando? Cuando se comparan los aportes a patriotas dados en 1811, por la ciudad de San Carlos y su jurisdicción, los cuales fueron incluidos en la “Lista de sujetos que han seguido contribuyendo, donativo patriótico de la ciudad de San Carlos y pueblos de su jurisdicción, desde el día 2 de febrero del corriente año, hasta la presente fecha”, según se lee en la Gaceta de Caracas, 05 de abril de 1811. Estos donativos ascienden a 586 pesos, 2 reales, de los cuales 8 pesos fueron aportados en Cojede.
Pero en 1817, la misma jurisdicción de San Carlos aportó a los realistas 65 chaq.; 68 Pant y 263 Ps. De los cuales eran de la población de Cojede 3 chaq.; 3 Pant.; 26 P.s. y 16 R.s, lo cual es equivalente al triple del aporte dado años antes a las fuerzas patrióticas. En el caso de algunas de las personas que dieron dinero a los patriotas, también aportaron a los realistas, como se demuestra en el cuadro 27 se comparan los aportes a los dos bandos:
Cuadro 28
Comparación del Aporte a Realistas y a Patriotas
CONTRIBUYENTE
A PATRIOTAS, 1811
A REALISTAS, 1817
D. Manuel Ríos
1 R.s
3 P.s.
D. Gregorio Camejo
1 R.s
1
D. Pedro Vizcaya
2 P.s.
1 P.s.

TOTAL
2 P.s. 2 R.s
5 P.s.




Fuente: Gaceta de Caracas. Elaborado por: Armando González Segovia.

Con ejemplos tan significativos como el de Manuel Ríos y Gregorio Camejo, quienes aportaron un (1) real a los patriotas (1811) y seis años después a los realistas tres (3) pesos y un (1) peso, respectivamente. La preferencia realista parece no tener discusión.
En la Gaceta cuando se publicó el aporte realista, se lee la solicitud del Capitán General de estas Provincias, Ramón González, “La adjunta lista que incluyo es de los vecinos que han contribuido voluntariamente para vestir a los reclutas que se alisten para el ejército, y que han pedido se sirva V.S. publicarlo en la Gaceta”.
Por eso puede afirmarse que las clases explotadas y oprimidas del régimen colonial donde se encontraban los indígenas y de los esclavos africanos y sus descendientes, no participaron en la gesta independentista y cuando lo hicieron fue porque los obligaban. El mismo Libertador Simón Bolívar, afirmó la resistencia de los indígenas a participar en la Guerra de Independencia, éstos se les escapaban de los sitios que les asignaban.
Con la Independencia se agudizó el problema de las Castas: Esclavos contra Esclavistas, Blancos Criollos contra Blancos Peninsulares y contra los Pardos. Al establecer la República con la Constitución Federal de 1811, se invoca en primer término el nombre de “Dios Todopoderoso” y define en los dos primeros artículos como religión oficial del Estado la Católica[8]. Con ello se intentaba conciliar entre la creencia colectiva formada a partir de la catequización, donde se afirmaba la potestad Divina de los reyes como representantes de Dios en la tierra, y quienes subvertían en contra del Estado metropolitano.
Esta misma Constitución divide la Provincia de Caracas en los siguientes Departamentos: Caracas, San Sebastián, Valles de Aragua, Barquisimeto y San Carlos. A su vez cada Departamento estaba conformado por Cantones y Distritos.
En Cantón San Carlos, en el departamento del mismo nombre, constaba de cuatro Distritos, el primero con San Carlos y los pueblos de San José y Caramacate, con San Carlos por Capital. El segundo con El Pao, Tinaco y Tinaquillo, con capital en El Pao. El tercero con Agua Blanca, San Rafael de Onoto, Cojede, San Miguel de El Baúl y Lagunitas, que será la capital. El cuarto con Acarigua, La Aparición de la Corteza, San Antonio de Turén, las Sabanetas de Turén (sic) y Araure, que será la capital[9].
Esta Constitución es la primera de la República y allí se presenta el sistema censitario, ya que para ser electo en la Cámara de Representantes debía poseer “un caudal libre de seiscientos pesos” y para ser Senador “ha de gozar una propiedad de seis mil pesos”[10].
Esto dejaba por fuera a las mayorías poblacionales, al igual que con la monarquía, para tener acceso al poder político debían tener bienes de fortuna y como no tenían el primero, tampoco podían disfrutar del segundo.
El pueblo de Caramacate era fundamentalmente un lugar de residencia indígena, mientras que Cojede era la población de mayor importancia desde la perspectiva económica-social. Por eso, en la guerra de independencia, los pobladores de Caramacate no tomaron partido. No aparecen donativos de sus pobladores ni a favor de los realistas ni de los patriotas, como se puede comprobar al revisar los aportes publicados en la Gaceta de Caracas.
El Libertador, Simón Bolívar, estuvo en Caramacate, como se comprueba en la correspondencia que le envió a José Felix Rivas el 11 de noviembre de 1813, cuando venía de la derrota de Barquisimeto, donde le quitó el estandarte al Batallón, por haber abandonado el campo de batalla, quedando entonces como “El Batallón Sin Nombre”, ese mismo Batallón que días después recuperaría el honor en la Laguna de los Muertos, en la Batalla de Araure, al ser denominado por el mismo Bolívar como el “Batalló Vencedores de Araure”. En la citada carta, Bolívar escribe a Rivas
“…prevengo a V.S. que sin pérdida de tiempo, ni aun la de momentos, haga venir a San Carlos a marcha forzadas cuanta tropa se pueda de La Guaira, Caracas y Valles de Aragua(…) El enemigo ha aumentado considerablemente sus fuerzas con nuestro armamento cobardemente abandonado(…) Vendrá toda la gente que no siendo ni estando al servicio militar tenga disposición para ello, sea de la clase y condición que fuere…” [11]
Es decir, Caramacate sirvió de refugio patriótico en 1813. Por ello Bolívar le plantea a Rivas la necesidad de reclutar toda persona que tenga condición  para la guerra sin distinción de clases. Estos permite inferir que para el año siguiente, cuando se agudizaron los conflictos y los ejércitos se habían diezmados aun más, hubo necesidad de reclutar hasta los estudiantes.
Este debió ser el caso de la Batalla de La Victoria en 1814, donde los alumnos del Seminario de Caracas debieron ser alistados por Rivas, quien seguía las instrucciones de Bolívar, para enfrentar al realista José Tomás Boves. Lo cual indica que la incorporación a las tropas patriotas no fue voluntariamente sino por recluta. Diferente a lo que se ha referido muchas veces que cambiaron sus plumas por armas para defender la república.  
En el Parte de la Campaña de la Batalla de Araure, se lee: “El día 2 se dispersó la descubierta de Valerosos Cazadores a las avanzadas enemigas situadas en el paso principal del río Cojede, y en las montañas del El Altar; por nuestra parte sólo hubo un caballo herido, y los contrarios tuvieron varios muertos, dejaron en nuestro poder algunos fusiles y municiones y muchos víveres abandonando los puestos que ocupaban. Los Cazadores pernoctaron en el Altar, y el resto del ejército en el paso de Cojede, Caramacate, y Onoto; el Cuartel General se situó en Caramacate”, según el Secretario de Guerra del Ejército Patriota, Tomás Montilla.
El 02 de mayo de 1818 se libró la Batalla de Cojede, todavía estaba consolidado en la región el régimen español colonial-realista, la persecución comenzó en el sitio de Camoruco y su apogeo fue a media milla del pueblo de Cojede.
El ejército patriota estaba al mando de José Antonio Páez, José Antonio Anzoátegui, Cornelio Muñoz y Juan Guillermo Iribarren, logró aventajar a las fuerzas realistas comandadas por el Brigadier Miguel La Torre. Posteriormente Bolívar afirmó, en un oficio al Gral. Juan Bautista Arismendi del 03 de julio de 1818, “... destiné de nuevo al General Páez sobre San Carlos, y tuvo la fortuna de batir completamente el ejército español, compuesto de comerciantes y colegiales de Caracas que, después de haber dejado tendidos en el campo de batalla más de mil hombres, obligó a retirarse precipitadamente a Valencia, dejándolo dueño del campo, de sus equipajes y de cuanto llevaban...”. Es decir, la documentación revisada hasta ahora indica que la Batalla de Cojede fue un triunfo Patriota[12].
Aunque los mil muertos parece ser un abultamiento de las cifras, ya que en el estudio demográfico no se muetran indicios que la población haya sufrido una baja tan alta. Esto pudo ser porque no hubo tales o porque eran soldados que venían con ambos ejércitos, pero en ambos casos la recluta forzosa de uno u otro bando debió afectar el índice poblacional y esto no quedó documentado.
Para 1820, todas estas situaciones ya habían hecho que el sistema monárquico estuviese agotado. Extinguiendose el régimen misional. El descontento popular se hizo sentir de manera categórica, incluso al concluir la gesta política, cuando en todo el territorio venezolano comenzaron alzamientos populares.
El inconformismo con los logros de las recién creadas repúblicas, donde el poder cambió de manos pero mantuvo la esencia explotadora y el provecho de una minoría en detrimento de la mayoría. Por estos motivos es que el maestro Simón Rodríguez, a quien nadie puede catalogar de antirrepublicano, tenía claro que el proceso de independencia era mucho más largo que la Guerra que lo consiguió, por ello afirmó que había que hacer algo por unos pobres pueblos que costearon con su vida este violento enfrentamiento para ser menos libres que antes[13].
Para poder sufragar los gastos ocasionados por la guerra de Independencia se fueron estableciendo, a finales de la segunda década del siglo XIX, un gran número de comerciantes extranjeros para suministrar armas de guerra, pertrechos, municiones, ropas y alimentos para los patriotas.
Así fue como británicos, norteamericanos, franceses, holandeses, daneses, genoveses, entre otros, se fueron adueñando de los frutos y del dinero de los venezolanos, quienes invertían capital en las labores agrícolas y pecuarias, creándose una burguesía comercial usuraria, que fue desplazando del primer lugar en la escala social a las élites productoras agropecuarias. Con la República hubo un reacomodo del sistema social de castas hasta la consolidación de las élites del poder, un régimen clasista, donde no varió en esencia la forma productiva heredada de la colonia, solamente se erigieron nuevos dueños.


[1] LANGUE, Frédedriqué. Op. cit. 2000, p. 256.
[2] VIRTUOSO, Francisco José. La crisis de la Catolicidad en los inicios republicanos de Venezuela. Caracas, UCAB. 2001, pp. 55 y 80.
[3] PEDREÁÑEZ TREJO, Héctor, Op. cit. 1982, p. 112.
[4] El Prefecto P. José de Ma. Málaga da cuenta al P. Provincial de Andalucía y Comisario general de la misión, de lo sucedido en los pueblos de Caracas y Barinas y sobre todo con los religiosos misioneros a partir del comienzo de la guerra de emancipadora, Guayana, 26 de octubre de 1813, en: CARROCERA, Fray Buenaventura de. Op. cit. t. III, p. 440, 441. El Obispo Narciso Coll y Pratt dejó constancia del apoyo al movimiento del 19 de abril de 1810, cuando “Ofrecí reconocerla bajo el carácter de conservadora de los derechos de Fernando Séptimo”, era entonces una Junta provisional para resguardar sus dominios y subordinándose a la autoridad suprema en España, “Vivan la religión, viva el Rey, y la Patria” era la consigna. COLL Y PRATT. Op. Cit. p.p. 51, 99, 116.
[5] Por este motivo Francisco Hernández, diputado por San Carlos al Congreso de 1811, en la sesión del 3 de julio, solicita un acta del Cabildo de la villa para firmar a favor de la independencia. El libro Nacional de los Venezolanos/ Actas del Congreso Constituyente de 1811. Caracas, tipografía Americana, 1911, p. 47
[6] Gaceta de Caracas, viernes 5 de abril de 1811, Nº 149.
[7] Gaceta de Caracas, miércoles 15 de octubre de 1817, Nº 155.
[8] “1. La religión Católica, Apostólica, Romana, es también la del Estado, y la única y exclusiva de los habitantes de Venezuela”, La Constitución Federal de 1811 y documentos afines. Caracas, Academia Nacional de la Historia, Sesquicentenario de la Independencia, 1961, p.153.
[9] Constitución de la Provincia de Caracas, en: Constituciones Provinciales. Caracas, Academia Nacional de la Historia, Sesquicentenario de la Independencia, 1961, p. 69
[10] Op. Cit. p.p. 159, 165.
[11] Carta de Bolívar a José Féliz Rivas, fechada en Carmacate el 11 de noviembre de 1813, en: Escritos del Libertador. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1969, t. V. p.p. 280, 281.
[12] AGÜERO, Argenis; Armando GONZÁLEZ SEGOVIA y Wilfredo BOLÍVAR. Ruta Libertadora Campaña Admirable su Paso por los Estados Portuguesa, Lara y Cojedes. Barquisimeto, Investigación Documental auspiciada por FUDECO, 2000.
[13] “…hágase algo por uno pobres pueblos que después de haber costeado con sus personas y bienes... o, como ovejas, con su carne y su lana... la independencia, han venido a ser menos libres que antes…” RODRÍGUEZ, Simón. Obras Completas. Caracas, Universidad Simón Rodríguez. Colección Dinámica y Siembra. T. I. 1975. p. 227.