Extinción del Sistema Misional en tiempos de
Independencia y República
Caso Mision de Cojede (1700-1820)
Armando
González Segovia
Tomado de Armando González Segovia. Historia Social de Cojede Un
Pueblo de Misión en los Llanos Occidentales de Venezuela. 1530-1820. Trabajo de
Grado para optar al Título de Magíster Scientiarum en Historia. Barquisimeto,
Universidad Centro Occidental “Lisandro Alvarado”-Universidad Pedagógica
Experimental Libertador/Instituto Pedagógico de Barquisimeto “Luis Beltrán
Prieto Figueroa”, Programa Interinstitucional de Maestría en Historia
UCLA-UPEL-IPB. Maestría en Historia de Venezuela, 2006. Capítulo V.
Extinción del Sistema Misional en la Independencia y República
Para
lograr el proceso Independentista las élites con poder económico se unificaron,
dando igualdad a los pardos dentro de la jerarquía social, y manejando
elementos políticos como el ofrecimiento de la libertad a los esclavos, el
otorgamiento de tierras y las mejoras a las condiciones de vida, después de
1812.
Para
finales de la segunda década del siglo XIX ya la estructura del régimen
misional estaba materialmente extinta. La entrega al ordinario de muchas
poblaciones, más la crisis política generada por la gesta independentista que
debilitó el poder de la institución eclesiástica en el ámbito político, social
y económico, así como el enfrentamiento con las autoridades patrióticas
aceleraron su decadencia, manifestándose la crisis entre la iglesia y el Estado[1], se resquebrajaba la unidad donde el Estado mantenía el público
cumplimiento del catolicismo mediante leyes expresas y el catolicismo a su vez
convertía a la sociedad en materia útil a la conservación del Estado. 1811
constituye un importante hito en esta querella al cesar el regio o real
patronato, mediante la legislación de este año[2].
¿Qué
sucedió en la Guerra
de Independencia? ¿Qué posición asumieron los pobladores de las misiones en la
gesta independentista? ¿Eran patriotas o realistas? El historiador Héctor
Pedreáñez Trejo escribió “...solamente San Carlos y Tinaco se declararon por la
independencia, en tanto El Pao, Lagunitas y la población de Cojede se
mantuvieron fieles al régimen español...”[3]. Esta afirmación se basa en la posición asumida por el régimen
misional a favor de la corona española y en defensa de los intereses del rey.
Lo
anterior como puede comprobarse en la cita del documento, escrito en 1813, por
el Prefecto de las misiones Fray José de Ma. Málaga haciendo referencia a los
sucesos del 19 de abril de 1810 afirmó:
“Desde
ese desgraciado día diez y nueve de abril del año pasado de 1810, en que se
separó la provincia de Venezuela con la mayor audacia de su madre patria y a su
imitación las demás provincias limítrofes, pusieron cuidado en destruir
nuestros misioneros como que consideraban en cada uno de ellos un baluarte
inexpugnable a sus depravadas máximas”[4]
Esto
motivó que sitios como Cojede donde se forjó una mentalidad monárquica,
hiciesen gran resistencia a la gesta independentista. Entonces ¿Por qué se
afirma que San Carlos y Tinaco se declararon a favor de la Independencia? Porque
en estos lugares residían los “blancos criollos”, dueños del poder económico,
de hatos, explotadores directos de los indígenas y de los esclavos africanos y
sus descendientes, quienes comenzaban a disputarle el poder político a los blancos
peninsulares.
Esta
era una lucha no solamente de armas sino de cambio en la concepción de las
mentalidades. El pueblo creía que lo reyes tenían un poder delegado por Dios y
para poder lograr la independecia era necesario devanecer esa creencia[5].
Económicamente se evidencia un mayor el apoyo a los realistas. En el cuadro 25
se detalla el donativo a los patriotas:
Cuadro Nº
26
Donativo
a Patriotas 1811
CONTRIBUYENTES
|
PESOS
|
D.
Bernardo Cabrera
|
2
|
D.
Gregorio Camejo, D. Manuel Ríos, Rafael Delgado y Simón Márquez
|
2
|
D.
Pedro Vizcaya
|
2
|
El
Venerable Cura Párroco
|
2
|
Total
|
8
|
Fuente: Gaceta de
Caracas. Elaborado por: Armando
González Segovia.
La Gaceta de Caracas documenta para el 05 de abril de 1811[6], los donativos que hicieron a favor de los patriotas habitantes de
la población de Cojede, quienes escasamente alcanzaron 8 pesos, entre siete
contribuyentes.
En el aporte
económico a los realistas se reportan 25 contribuyentes en Cojede, con un total
de 3 chaq.; 3 Pant.; 26 P.s. y 16 R.s., como evidencia en la Gaceta de Caracas del 15 de
octubre de 1817[7]. En el cuadro 26 se
detallan los contribuyentes a las fuerzas realistas:
Cuadro Nº
27
Donativo
a Realistas 1817
CONTRIBUYENTE
|
Chaq.
|
Camp
|
Pant
|
Ps
|
R.s
|
|
Pres D. Josef Antonio Diaz
|
0
|
0
|
0
|
6
|
0
|
|
D. Manuel Ríos
|
0
|
0
|
0
|
3
|
0
|
|
D. Gregorio Camejo
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Francisco Porras
|
1
|
0
|
1
|
0
|
0
|
|
El Cap. Quintana
|
1
|
0
|
1
|
0
|
0
|
|
Tnte D. Josef Ma. Hrndz
|
1
|
0
|
1
|
0
|
0
|
|
D. Pedro Vizcaya
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Francisco de los Ríos
|
0
|
0
|
0
|
2
|
0
|
|
D. Manuel Limas
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Carlos Pérez
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Josef Antonio Villanueva
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Josef Francisco Tegera
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Josef Peláez
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Gregorio Sandoval
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Agustín Yanez
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Alejandro Casariego
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Jerónimo Fernández
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Carlos Pacheco
|
0
|
0
|
0
|
0
|
4
|
|
D. Candelario Avila
|
0
|
0
|
0
|
0
|
4
|
|
D. Juan Matute
|
0
|
0
|
0
|
0
|
4
|
|
D. Pedro Barreto
|
0
|
0
|
0
|
0
|
4
|
|
D. Juan Fernández
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Ramón Fernández
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Miguel Martínez
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
D. Silvestre Estaño
|
0
|
0
|
0
|
1
|
0
|
|
Total
|
3
|
0
|
3
|
26
|
16
|
|
Fuente: Gaceta de
Caracas. Elaborado por: Armando
González Segovia.
En el cuadro siguiente se comparan los aportes de los vecinos del
pueblo de Cojede a los Patriotas en 1811 y a los realistas en 1817. ¿Puede
afirmarse que existía firmeza de pensamiento? ¿Convicción ideológica a favor de
una u otra causa? o ¿Sencillamente interés económico para apoyar uno u otro
bando? Cuando se comparan los aportes a patriotas dados en 1811, por la ciudad
de San Carlos y su jurisdicción, los cuales fueron incluidos en la “Lista de
sujetos que han seguido contribuyendo, donativo patriótico de la ciudad de San
Carlos y pueblos de su jurisdicción, desde el día 2 de febrero del corriente
año, hasta la presente fecha”, según se lee en la Gaceta de Caracas, 05 de
abril de 1811. Estos donativos ascienden a 586 pesos, 2 reales, de los cuales 8
pesos fueron aportados en Cojede.
Pero
en 1817, la misma jurisdicción de San Carlos aportó a los realistas 65 chaq.;
68 Pant y 263 Ps. De los cuales eran de la población de Cojede 3 chaq.; 3
Pant.; 26 P.s. y 16 R.s, lo cual es equivalente al triple del aporte dado años
antes a las fuerzas patrióticas. En el caso de algunas de las personas que
dieron dinero a los patriotas, también aportaron a los realistas, como se
demuestra en el cuadro 27 se comparan los aportes a los dos bandos:
Cuadro 28
Comparación del Aporte a Realistas y a
Patriotas
CONTRIBUYENTE
|
A PATRIOTAS, 1811
|
A REALISTAS, 1817
|
|
D.
Manuel Ríos
|
1 R.s
|
3 P.s.
|
|
D.
Gregorio Camejo
|
1 R.s
|
1
|
|
D.
Pedro Vizcaya
|
2 P.s.
|
1 P.s.
|
|
TOTAL
|
2 P.s. 2 R.s
|
5 P.s.
|
|
Fuente: Gaceta de
Caracas. Elaborado por: Armando
González Segovia.
Con
ejemplos tan significativos como el de Manuel Ríos y Gregorio Camejo, quienes
aportaron un (1) real a los patriotas (1811) y seis años después a los
realistas tres (3) pesos y un (1) peso, respectivamente. La preferencia
realista parece no tener discusión.
En la Gaceta cuando se publicó el
aporte realista, se lee la solicitud del Capitán General de estas Provincias,
Ramón González, “La adjunta lista que incluyo es de los vecinos que han
contribuido voluntariamente para vestir a los reclutas que se alisten para el
ejército, y que han pedido se sirva V.S. publicarlo en la Gaceta”.
Por
eso puede afirmarse que las clases explotadas y oprimidas del régimen colonial
donde se encontraban los indígenas y de los esclavos africanos y sus
descendientes, no participaron en la gesta independentista y cuando lo hicieron
fue porque los obligaban. El mismo Libertador Simón Bolívar, afirmó la
resistencia de los indígenas a participar en la Guerra de Independencia,
éstos se les escapaban de los sitios que les asignaban.
Con la Independencia se
agudizó el problema de las Castas: Esclavos contra Esclavistas, Blancos
Criollos contra Blancos Peninsulares y contra los Pardos. Al establecer la República con la Constitución Federal
de 1811, se invoca en primer término el nombre de “Dios Todopoderoso” y define
en los dos primeros artículos como religión oficial del Estado la Católica[8].
Con ello se intentaba conciliar entre la creencia colectiva formada a partir de
la catequización, donde se afirmaba la potestad Divina de los reyes como
representantes de Dios en la tierra, y quienes subvertían en contra del Estado
metropolitano.
Esta
misma Constitución divide la
Provincia de Caracas en los siguientes Departamentos:
Caracas, San Sebastián, Valles de Aragua, Barquisimeto y San Carlos. A su vez
cada Departamento estaba conformado por Cantones y Distritos.
En
Cantón San Carlos, en el departamento del mismo nombre, constaba de cuatro
Distritos, el primero con San Carlos y los pueblos de San José y Caramacate,
con San Carlos por Capital. El segundo con El Pao, Tinaco y Tinaquillo, con
capital en El Pao. El tercero con Agua Blanca, San Rafael de Onoto, Cojede, San
Miguel de El Baúl y Lagunitas, que será la capital. El cuarto con Acarigua, La Aparición de la Corteza, San Antonio de
Turén, las Sabanetas de Turén (sic) y Araure, que será la capital[9].
Esta
Constitución es la primera de la
República y allí se presenta el sistema censitario, ya que
para ser electo en la Cámara
de Representantes debía poseer “un caudal libre de seiscientos pesos” y para
ser Senador “ha de gozar una propiedad de seis mil pesos”[10].
Esto
dejaba por fuera a las mayorías poblacionales, al igual que con la monarquía,
para tener acceso al poder político debían tener bienes de fortuna y como no
tenían el primero, tampoco podían disfrutar del segundo.
El
pueblo de Caramacate era fundamentalmente un lugar de residencia indígena,
mientras que Cojede era la población de mayor importancia desde la perspectiva
económica-social. Por eso, en la guerra de independencia, los pobladores de
Caramacate no tomaron partido. No aparecen donativos de sus pobladores ni a
favor de los realistas ni de los patriotas, como se puede comprobar al revisar
los aportes publicados en la
Gaceta de Caracas.
El
Libertador, Simón Bolívar, estuvo en Caramacate, como se comprueba en la
correspondencia que le envió a José Felix Rivas el 11 de noviembre de 1813,
cuando venía de la derrota de Barquisimeto, donde le quitó el estandarte al
Batallón, por haber abandonado el campo de batalla, quedando entonces como “El
Batallón Sin Nombre”, ese mismo Batallón que días después recuperaría el honor
en la Laguna
de los Muertos, en la Batalla
de Araure, al ser denominado por el mismo Bolívar como el “Batalló Vencedores
de Araure”. En la citada carta, Bolívar escribe a Rivas
“…prevengo
a V.S. que sin pérdida de tiempo, ni aun la de momentos, haga venir a San
Carlos a marcha forzadas cuanta tropa se pueda de La Guaira, Caracas y Valles de
Aragua(…) El enemigo ha aumentado considerablemente sus fuerzas con nuestro
armamento cobardemente abandonado(…) Vendrá toda la gente que no siendo ni estando
al servicio militar tenga disposición para ello, sea de la clase y condición
que fuere…” [11]
Es
decir, Caramacate sirvió de refugio patriótico en 1813. Por ello Bolívar le
plantea a Rivas la necesidad de reclutar toda persona que tenga condición para la guerra sin distinción de clases. Estos
permite inferir que para el año siguiente, cuando se agudizaron los conflictos
y los ejércitos se habían diezmados aun más, hubo necesidad de reclutar hasta
los estudiantes.
Este
debió ser el caso de la
Batalla de La
Victoria en 1814, donde los alumnos del Seminario de Caracas
debieron ser alistados por Rivas, quien seguía las instrucciones de Bolívar,
para enfrentar al realista José Tomás Boves. Lo cual indica que la
incorporación a las tropas patriotas no fue voluntariamente sino por recluta. Diferente
a lo que se ha referido muchas veces que cambiaron sus plumas por armas para
defender la república.
En el
Parte de la Campaña
de la Batalla
de Araure, se lee: “El día 2 se dispersó la descubierta de Valerosos Cazadores
a las avanzadas enemigas situadas en el paso principal del río Cojede, y en las
montañas del El Altar; por nuestra parte sólo hubo un caballo herido, y los
contrarios tuvieron varios muertos, dejaron en nuestro poder algunos fusiles y
municiones y muchos víveres abandonando los puestos que ocupaban. Los Cazadores
pernoctaron en el Altar, y el resto del ejército en el paso de Cojede,
Caramacate, y Onoto; el Cuartel General se situó en Caramacate”, según el
Secretario de Guerra del Ejército Patriota, Tomás Montilla.
El 02
de mayo de 1818 se libró la
Batalla de Cojede, todavía estaba consolidado en la región el
régimen español colonial-realista, la persecución comenzó en el sitio de
Camoruco y su apogeo fue a media milla del pueblo de Cojede.
El ejército
patriota estaba al mando de José Antonio Páez, José Antonio Anzoátegui,
Cornelio Muñoz y Juan Guillermo Iribarren, logró aventajar a las fuerzas
realistas comandadas por el Brigadier Miguel La Torre. Posteriormente
Bolívar afirmó, en un oficio al Gral. Juan Bautista Arismendi del 03 de julio
de 1818, “... destiné de nuevo al General Páez sobre San Carlos, y tuvo la
fortuna de batir completamente el ejército español, compuesto de comerciantes y
colegiales de Caracas que, después de haber dejado tendidos en el campo de
batalla más de mil hombres, obligó a retirarse precipitadamente a Valencia,
dejándolo dueño del campo, de sus equipajes y de cuanto llevaban...”. Es decir,
la documentación revisada hasta ahora indica que la Batalla de Cojede fue un
triunfo Patriota[12].
Aunque
los mil muertos parece ser un abultamiento de las cifras, ya que en el estudio
demográfico no se muetran indicios que la población haya sufrido una baja tan
alta. Esto pudo ser porque no hubo tales o porque eran soldados que venían con
ambos ejércitos, pero en ambos casos la recluta forzosa de uno u otro bando
debió afectar el índice poblacional y esto no quedó documentado.
Para
1820, todas estas situaciones ya habían hecho que el sistema monárquico
estuviese agotado. Extinguiendose el régimen misional. El descontento popular
se hizo sentir de manera categórica, incluso al concluir la gesta política,
cuando en todo el territorio venezolano comenzaron alzamientos populares.
El
inconformismo con los logros de las recién creadas repúblicas, donde el poder
cambió de manos pero mantuvo la esencia explotadora y el provecho de una
minoría en detrimento de la mayoría. Por estos motivos es que el maestro Simón
Rodríguez, a quien nadie puede catalogar de antirrepublicano, tenía claro que
el proceso de independencia era mucho más largo que la Guerra que lo consiguió,
por ello afirmó que había que hacer algo por unos pobres pueblos que costearon
con su vida este violento enfrentamiento para ser menos libres que antes[13].
Para
poder sufragar los gastos ocasionados por la guerra de Independencia se fueron
estableciendo, a finales de la segunda década del siglo XIX, un gran número de
comerciantes extranjeros para suministrar armas de guerra, pertrechos,
municiones, ropas y alimentos para los patriotas.
Así fue como británicos, norteamericanos,
franceses, holandeses, daneses, genoveses, entre otros, se fueron adueñando de
los frutos y del dinero de los venezolanos, quienes invertían capital en las
labores agrícolas y pecuarias, creándose una burguesía comercial usuraria, que
fue desplazando del primer lugar en la escala social a las élites productoras
agropecuarias. Con la
República hubo un reacomodo del sistema social de castas
hasta la consolidación de las élites del poder, un régimen clasista, donde no
varió en esencia la forma productiva heredada de la colonia, solamente se erigieron
nuevos dueños.
[1] LANGUE, Frédedriqué. Op. cit.
2000, p. 256.
[2] VIRTUOSO, Francisco José. La crisis de la Catolicidad en los
inicios republicanos de Venezuela. Caracas, UCAB. 2001, pp. 55 y 80.
[3] PEDREÁÑEZ TREJO, Héctor, Op. cit. 1982, p. 112.
[4] El
Prefecto P. José de Ma. Málaga da cuenta al P.
Provincial de Andalucía y Comisario general de la misión, de lo sucedido en los
pueblos de Caracas y Barinas y sobre todo con los religiosos misioneros a
partir del comienzo de la guerra de emancipadora, Guayana, 26 de octubre de
1813, en: CARROCERA, Fray Buenaventura de. Op. cit. t. III, p. 440, 441. El Obispo Narciso Coll y Pratt dejó constancia
del apoyo al movimiento del 19 de abril de 1810, cuando “Ofrecí reconocerla
bajo el carácter de conservadora de los derechos de Fernando Séptimo”, era
entonces una Junta provisional para resguardar sus dominios y subordinándose a
la autoridad suprema en España, “Vivan la religión, viva el Rey, y la Patria” era la consigna.
COLL Y PRATT. Op. Cit. p.p. 51, 99, 116.
[5] Por este motivo Francisco Hernández, diputado por San Carlos al
Congreso de 1811, en la sesión del 3 de julio, solicita un acta del Cabildo de la
villa para firmar a favor de la independencia. El libro Nacional de los
Venezolanos/ Actas del Congreso Constituyente de 1811. Caracas, tipografía
Americana, 1911, p. 47
[8] “1. La religión Católica,
Apostólica, Romana, es también la del Estado, y la única y exclusiva de los
habitantes de Venezuela”, La
Constitución Federal de 1811
y documentos afines. Caracas, Academia Nacional de la Historia,
Sesquicentenario de la
Independencia, 1961, p.153.
[9] Constitución de la Provincia de Caracas,
en: Constituciones Provinciales. Caracas, Academia Nacional de la Historia,
Sesquicentenario de la
Independencia, 1961, p. 69
[10] Op. Cit. p.p. 159, 165.
[11] Carta de Bolívar a José
Féliz Rivas, fechada en Carmacate el 11 de noviembre de 1813, en: Escritos del
Libertador. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1969, t. V. p.p.
280, 281.
[12] AGÜERO, Argenis; Armando GONZÁLEZ SEGOVIA y Wilfredo BOLÍVAR. Ruta
Libertadora Campaña Admirable su Paso por los Estados Portuguesa, Lara y
Cojedes. Barquisimeto, Investigación Documental auspiciada por FUDECO, 2000.
[13] “…hágase algo por uno pobres pueblos que después de haber costeado
con sus personas y bienes... o, como ovejas, con su carne y su lana... la
independencia, han venido a ser menos libres que antes…” RODRÍGUEZ, Simón. Obras Completas. Caracas,
Universidad Simón Rodríguez. Colección Dinámica y Siembra. T. I. 1975. p. 227.