Educación y Enseñanza de la
Historia e Historia Del Arte
Armando González Segovia
(V Seminario Nacional en Historia de la Educación y la Pedagogía
Simposio Internacional: Movimientos estudiantiles y
Reforma Universitaria.
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Barquisimeto.
Barquisimeto, Venezuela, 12 al 14 de Noviembre de 2008
Historia de las Prácticas Educativas y saberes
pedagógicos)
Resumen
Se somete a
consideración una propuesta de investigación enseñanza de la historia que esté
acorde con los principios de Historia Militante y Disidente que asume
una posición crítica con respecto a las formas de enseñanzas tradicionales, en
el entendido que la educación es la principal vía de creación de una conciencia
crítica o pasiva, siendo la enseñanza de historia y por supuesto los docentes
de esta cátedra, los encargados de divulgar las investigaciones y los avances
que se consigan en esta disciplina, y por supuesto quienes pueden hacer que se
cambie las perspectivas que hasta ahora se percibe de ella, como tediosa y
cansona; la historia no lo es, aunque muchas veces los docentes asumimos ese
rol que ha brindado esta percepción. Asumir los principios de la Construcción socio-histórica y cultural de la mente,
y la Zona de
Desarrollo Próximo, de Lev S. Vigotski, en cuanto considera que la
psicología individual es manifestación de la sociedad donde los individuos se
forman. El decanato de Humanidades y arte de la Universidad Lisandro
Alvarado, pudiera servir de espacio para generar diversas discusiones y generar
propuestas en cuanto a la enseñanza de la historia del arte, que tiendan a
enriquecer las perspectivas que hasta ahora se tienen, intentando una búsqueda
creativa donde se conjuguen la investigación militante, discusiones grupales e
individuales y talleres de arte. En todo caso, se trata de realizar una
búsqueda creativa hacia la enseñanza de la historia en general y la historia
del arte en particular.
Palabras Clave: Historia militante y disidente, historia
del arte, construcción socio-histórica y cultural de la mente, zona de
desarrollo próximo, lucha de clases, explotación.
I
Educación y Enseñanza de la Historia
“Quienes nos dedicamos a la
enseñanza, y en especial a las ciencias sociales, tenemos en ello un función
esencial. Por desconcertados que nos sintamos, sabemos que nuestra obligación
es ayudar a que se mantenga viva la capacidad de nuestras generaciones para
razonar, preguntar y criticar, mientras que, entre todos, reconstruimos los
programas para una nueva esperanza…”
Josep
Fontana
Asumir
la construcción de una historia diferente, basado en los principios de la Historia Militante
y Disidente que refería Federico Brito Figueroa[1]
implica, asimismo, abordar nuevos parámetros de educación, ya que éste es el
medio por el cual se forma la conciencia histórica crítica o repetitiva,
alienante. Al igual que en la historia no existe educación neutra, distante de
la sociedad donde se concibe, lo que constituye una predisposición política
para el sostenimiento del Estado y la formación de la conciencia que le es
inherente. El problema se formula en los siguientes términos ¿Cómo abordar el
proyecto del futuro del siglo XXI en la visión de la historia? ¿Debe asumirse
la misma concepción de orden y progreso, esgrimida por el capitalismo a través
de la ilustración primero y el positivismo después?
La
sistema educativo es la vía del Estado para establecer los valores sociales de
la nacionalidad, la conciencia histórica y la principios de la cultura los
cuales juntos componen la psicología colectiva. Es a través de la educación que
se concretan en el inconciente colectivo. Aunque es conveniente aclarar que la
educación por sí sola no modela una nación, contribuyendo sustancialmente al
mantenimiento del proyecto político que lo sustenta, ya que es formador de
nuevas conciencias y mentalidades que el Estado busca crear.
De allí
que el trabajo del educador sea tan importante como el “historiador
profesional”, “desde el radio de acción social de la historia, resulta más
importante los profesores de educación primaria y secundaria que los
investigadores profesionales”,[2]
si se toma esta cátedra para formar inteligencias, porque el uso público de la
historia comienza con la educación, recibida a través de unos códigos
determinados:
“fruto de una larga labor de colonización intelectual desde el poder,
que es quien ha decidido cual es nuestro pasado, porque necesita con ello que compartamos su definición de identidad del grupo del que formamos parte, y que no
tiene inconveniente en controlar y censurar los textos y los programas cuando
le conviene. Porque la historia es demasiado importante para dejarlo sin
vigilancia”.[3]
De esta
forma se percibe como quien controla el presente, construye unos valores del
pasado, para hacer un futuro a su medida, convirtiendo la historia como una
peligros arma, ya sea para justificar o no las sociedades existentes, para
develar o no las diversas formas de opresión y sometimiento a las mayorías. Por
supuesto quien aporta los recursos económicos condiciona el producto a una
determinada tendencia.
La
educación es la forma de divulgar los conocimientos elaborados en determinada
orientación, cuando se trabaja en función de hacer conciencia crítica, la
historia se convierte en memoria pública, en conciencia colectiva. Así ha
servido para justificar el racismo, la xenofobia, a diversos grupos étnicos,
como: negros, indígenas, asiáticos o judíos, entre otros, a nombre de la
seguridad y defensa de la patria.
La
función del historiador, en cuanto ser crítico es desmentir las falsas promesas
liberales, neoliberales, los discursos globalizadotes de hoy, así como los
positivistas esgrimía el desarrollo y el progreso como recetas para superar la
pobreza.
Para
esto se debe cambiar los contenidos, así como las formas de enseñar, hasta
llegar a ejercitar algo más que la memorización, hasta llegar el esfuerzo por
comprender los mecanismos como se articulan los diversos factores, las
relaciones existentes, más allá de la dinámica causa-efecto, percibida
mecánicamente, que se a trillado tradicionalmente y alejándose de la propuesta
cronológica, y anecdótica aislada. Asimismo debe buscarse las relaciones con el
presente y con el pasado del hecho o proceso estudiado, estableciendo que halla
entre ese pasado y el presente, aquello que Bloch refería como unir el estudio
de los vivos con el de los muertos, pudiéndose recurrir al método retrospectivo
y a la comparación, esto es partiendo del presente hasta el pasado, para
generar la capacidad de razonar, preguntar y criticar, de los estudiantes.
Recuerda
el maestro Paulo Freire que “la lectura
del mundo precede a la lectura de la palabra”,[4]
es por ello que los estudiantes al percibir críticamente lo actual, aquellos
aportes positivos, así como lo negativo y más aun lo que se trata de ocultar
bajo formas sublimes de imposición puede comprender a un a lectura crítica de
la palabra que asimismo un estado nacional quiere imponerle. La lectura de la
historia no puede prescindir de la lectura del mundo que se tenga y de la
lectura de las prescripciones pasadas, por eso encontramos en el texto los
elementos que vinculan la creación con el conocimiento previo que poseemos de
lo leído. Comprender el texto implica aprehender y sistematizar el con-texto.
Don
Simón Rodríguez afirmaba que había que era necesario “Enseñar los niños a ser preguntones para que, pidiendo el Por
que, de lo que se les mande a
hacer, se acostumbren a obedecer... a la razón!
no a la autoridad, como los limitados ni a la costumbre,
como los estúpidos”[5],
es decir la epistemología de la pregunta, para que se pueda avanzar hacia otros
niveles con base clara, lo cual implica asimismo la investigación que permita
la concreción de nuevas bases, tanto teóricas como metodológicas,
diversificando las fuentes y abracado la mayor cantidad posible: bibliográficas,
hemerográficas, iconongráficas, cartográficas, documentales (publicadas e
inéditas), arqueológicas, arquitectónicas culturales, entre otras, pero
buscando la percepción de totalidad, más allá de cualquier visión fragmentaria,
unicausal, unilineal o unidireccional.
Esta
actitud ante la crítica, en cuanto arma necesaria para una sociedad más justa,
debe promoverse en la escuela, de manera que los niños desarrollen esta
cualidad, para ello aconseja la epistemología de la pregunta, donde lo fundamental
es el por qué de las cosas obedezcan a la razón, todavía es una vigente y
lapidaria afirmación.
De allí
que sea importante la comprensión de la construcción socio histórica de la
mente de Lev S. Vigotski[6],
quien partía que la psicología era producto del desarrollo de las fuerzas
productivas, manifestadas en la conciencia social e histórica que proporcionaba
determinadas manifestaciones culturales, donde las adaptaciones realizadas por
las personas no se ajustan a los principios seguidos por los animales, porque
están determinadas en un contexto social. Los niños y niñas asimilan tanto la
experiencia social como las formas y procedimientos culturales, es un sujeto
contextualizado y no un individuo epistémico, universal, donde el ser humano es
sujeto de los culturasles en lugar se los naturales o hereditarios. Vigotski
plantea la existencia de una edad cultural, junto a las edades fisiológicas e
intelectuales, supone el autor que e este proceso está la base cultural del
niño y del perfeccionamiento cultural de sus funciones.[7]
El texto determina la clara posición de Vigotski, donde se
fusionan los procesos biológico y cultural, determinando el condicionamiento
del desarrollo orgánico por el medio
cultural, convirtiéndose, de esa manera, en un proceso biológico históricamente
condicionado, donde “el desarrollo cultural adquiere un carácter completamente
peculiar e incomparable por cuanto se realiza simultánea y fusionadamente con
la maduración biológica”, ya que estos “procedimientos culturales de comportamiento
no surgen simplemente como hábito externo; sino que se convierten en una parte
inseparable de la propia personalidad, enraizando en ella nuevas relaciones y
organizándolas de una manera completamente diferente”,[8] el
autor considera que las formas culturales de comportamiento son reacciones de
la personalidad y que al estudiarlas no se tratan procesos aislados tomados in
abstracto, que se despliegan en la persona, sino con la personalidad
superior, porque siguiendo el desarrollo cultural de las funciones síquicas, se
pueden delinear el camino de la personalidad del niño.
En este proceso de transmisión de experiencias, el
lenguaje es el instrumento mediador por excelencia el cual diferencia a los
humanos de los animales, quienes asumen la conducta por herencia, imitación y
exposiciones directas al ambiente.[9] El
desarrollo cultural se basa en el empleo de signos y códigos, donde la función
sicológica primaria de la palabra es una función social, como medio de dominio
y control social “constituye el medio principal para dominar el
comportamiento”, de allí que tras el poder de las palabras sobre las funciones
síquicas, se encuentra el poder real del jefe y del subordinado, debiendo
ubicarse las relaciones de las funciones síquicas con referencias a las relaciones
reales entre las personas.
En el concepto de mente socio-históricamente determinada,
la conciencia surge de la interacción entre hombre y mujeres, donde “la función
mental se trasmite culturalmente a cada nuevo individuo cognoscente a través de
una experiencia conjunta, compartida, en acciones de comunicación”. En este
proceso los hechos sociales no solamente son el factor que más influye sobre el
ser humano, sino que actúan como factores internos al individuo, intrínsecos a
su naturaleza biológica, genética y social; donde el desarrollo humano proviene
principalmente de la apropiación de las formas sociales e históricas de la
cultura, construida en sociedad. Ese es el aporte sustancial que brinda la
enseñanza de la historia en la formación de la psicología colectiva e
individual de las sociedades, que siempre está bajo la tutela del Estado,
quienes buscan la conformación de un pensamiento diferente, comprometido con
las mayoría de explotadas generalmente intentan subvertir este orden
establecido, comprendiendo los procesos desde la óptica de la totalidad.
II
El problema teórico y metodológico de la historia del
arte[10]
Referir
a la Historia
del Arte, conlleva al estudio de dos disciplinas bien determinadas. Una la historia y otra el arte unidos por la contracción de
y el artículo el, con la
intencionalidad de estudiar cómo ha discurrido a través del tiempo lo que hoy
se conoce como arte. Más, sin embargo, es necesario generar algunas preguntas
que permitan clarificar el alcance de esta cátedra, visto desde la óptica de la Historia Militante
y Disidente.
Antes
que nada conviene definir ¿Qué es historia? Donde encontramos entre las
acepciones de historia, primero en cuanto hecho ocurrido; segundo, como escrito
o historiografía; tercero, como ciencia que estudia los acontecimientos
sociales; y, cuarto, como cátedra de enseñanza en escuelas, liceos e
instituciones de educación superior. En la primera acepción entendida como:
sucesos o hecho pasado en un lugar y tiempo determinado[11],
existe una sola historia la acepción de historia-hecho, entendida como sucesos o acontecimiento pasado en un lugar y
tiempo determinado.
Como hemos escrito en otras oportunidades “La acepción de
historia-ciencia, es relativa a la investigación. Se divide en múltiples
concepciones generadas en la mente de los historiadores y constituye un
ejercicio intelectual donde se estudian las diferentes actividades creativas de
los seres humanos de otros tiempos en un espacio geográfico determinado,
integra de esta forma las variantes: tiempo y espacio, este es el significado
en la acepción de historia-ciencia. Es una construcción teórica que apunta y
sustenta una u otra posición política”.[12]
Lo
primero es conjugar algunas de estas definiciones, esto es percibir el arte, a través de la historia como
suceso, para ser estudiado desde la óptica de la ciencia, con una finalidad
determinada y clara a estudiantes de la licenciatura en arte, en el sentido que
nosotros entendemos, para lo cual se debe empezarse por entender los
significados de lo que se quiere estudiar.
La Real Academia
Española de la Lengua,[13] en
el Diccionario de la Lengua Española
en la Vigésima
segunda edición de 2001, establece nueve acepciones de arte, refiriendo que proviene del latín ars, artis y este calco
del griego τέχνη, techne o tekné que traduce técnica;
lo cual resulta una imprecisión ya que es diferente decir que es un “calco” a
que tiene un significado similar, y en realidad es un significado
“equivalente”. Este desliz del lenguaje es aclarado cuando se compren de que
arte proviene del latín ars, artis, la cual a su vez proviene del
griego aïrin, cuyo significado es
emprender, empezar a obra; en latín artus
es miembro que se forma del griego arihon.[14]
En todo caso es una antigua palabra latina cuya data se
estima del siglo IX a.C. mientras que para el griego ocupa desde fines del
siglo XI al 27 a.C.
Como se puede percibir la primitiva acepción de arte estaba vinculada a la
acción de los miembros, de los órganos necesarios para la realización de una
acción.
Por la polisemia que implica se cataloga como una palabra
ambigua, de difícil exactitud. En el mismo diccionario académico, se reconocen
los significados siguentes: 1.
Virtud, disposición y habilidad para hacer algo; 2. Manifestación de la
actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y
desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos,
lingüísticos o sonoros; 3. Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer
bien algo; 4. Maña, astucia; 5. Disposición personal de alguien. Buen, mal arte;
6. Instrumento que sirve para pescar; 7. noria (‖ máquina para subir agua); 8. Libro que contiene los
preceptos de la gramática latina. 9. Lógica, física y metafísica. Curso de
artes.
La
categorización de nuestro actual concepto de arte está vinculado al uso que
desde que Charles Batteaux definió en 1746 las Bellas Artes,[15]
originalmente utilizado para la danza, floricultura, escultura, música,
pintura y poesía; añadiéndose luego la arquitectura y la elocuencia. Esta lista
ha sufrido diversos cambios por autores que han quitado o colocado disciplinas
según sus pareceres. Es en 1911 cuando Ricciotto Canudo califica al cine como
“séptimo arte”.[16] Pero este concepto,
ligado a un tiempo y una época determinada ¿Puede ser aplicado a todos los
tiempos en todas las épocas por igual? Acaso esto ¿No constituye lo que se
denomina como “anacronismo” en la historia? Es decir, lo que hoy para nosotros
es arte: egipcio, griego, latino, visigodo e indígena entre otros, fueron en su
tiempo y en la misma acepción de hoy el mismo significado de “arte”?
Esto ya es planteado en el programa de la Universidad de Bogotá “Jorge
Tadeo Lozano”, cuando afirma que quizá hablar de arte “antes del surgimiento del Renacimiento resulta algo
paradójico, ya que el concepto mismo sólo se desarrollará, con su connotación
moderna y contemporánea, hasta este período”,[17]
enfatizando que resulta “aún más paradójico para referirnos al surgimiento de
las primeras manifestaciones humanas en el paleolítico y en el neolítico, al
desarrollo de las primeras grandes culturas del oriente cercano y de Egipto y
el mar Egeo, y al forjamiento de lo que habitualmente se llama la cultura
clásica antigua griega y romana”. Esto se hace al pensar en la función que
cumple para desplegar en el ser humano de sus dimensiones existenciales en el
tiempo y en el espacio que vive.
En consecuencia ¿Pueden estudiarse bajo este mismo
parámetro y una misma categorización? O acaso ¿deben buscarse formas
alternativas de su estudio y comprensión?
Además se hace imprescindible conjugar estos elementos con
otra de las acepciones de historia en cuanto cátedra de enseñanza, donde se
conjugan elementos de las ciencias de la educción. Donde es importante suponer
los actores del proceso: educador-educadora y educandos; los intereses de éstos
y su formación; así como el mundo que le rodea, si partimos del principio que
nos enseña Paulo Freire la relación y el esfuerzo que el educador y el educando hacen para leer el
mundo, donde debe considerarse las teorías para la enseñanza, así como los
intereses de quienes van a estar en función de educandos, por cuanto, en el
entendido que el acto de estudiar es una actitud frente al mundo que rompe las
barreras de la relación libro-lector. Este acto, a su vez, implica la relación
de los autores de los textos con el mundo y de su realidad concreta, donde “Estudiar
es también y sobre todo pensar la práctica, y pensar la práctica es la mejor
manera de pensar correctamente”.[18]
Es decir, se impone el reto de generar un proceso donde
los estudiantes de arte, en el sentido que lo conocemos en la actualidad, puedan
imponen una práctica que les permita de una parte comprender el arte a través
del tiempo y, de otra, las formas utilitarias para su propia práctica de vida
artística. Todo un reto para un educador e historiador. Asumir este compromiso
implica la aplicación de dos teorías presentadas por Lev Semionovisk Vigotski,
la primera denominada como Zona de
Desarrollo Próximo, entendida como el área que la persona está
potencialmente facultado para alcanzar según sus actitudes y habilidades y, la
segunda, relativa a la Construcción socio-histórica y cultural de la mente,
según la cual la psicología personal está condicionada por la sociedad donde el
individuo crece, siendo la sociedad la que marca la psicología individual. Vigotski
concebía los fenómenos psicológicos como el producto del desarrollo de las
fuerzas productivas, manifestadas en la conciencia social e histórica que
proporcionaba determinadas manifestaciones culturales, donde las adaptaciones
realizadas por los seres humanos no se ajustan a los principios seguidos por
los animales, porque están determinadas en un contexto social, donde el niño
asimila “no solo el contenido de la
experiencia social, sino también los medios del pensamiento cultural, los
procedimientos y las formas del comportamiento cultural”.[19]
Donde el arraigo en la civilización representa, por lo
común, un proceso de maduración orgánica, tanto en el plano del desarrollo
natural como el cultural, los cuales coinciden y se fusionan, estos cambios se
penetran mutuamente y forman, en esencia, una serie unitaria en la formación
sociobiológica de la personalidad, puesto que el desarrollo orgánico se realiza
en un medio cultural, en esa medida se convierte en un proceso biológico
históricamente condicionado. El desarrollo cultural adquiere un carácter
completamente peculiar e incomparable realizado simultánea y fusionadamente con
la maduración biológica.[20]
Para efectos de esta propuesta es necesario conjugar
elementos de diversas disciplinas que integran esta cátedra donde se pueden
conseguir diversos elementos creativos que pueden estimular las competencias
necesarias para los cursantes de la licenciatura en arte de la Universidad
Centroccidental “Lisandro Alvarado”, en el área del
conocimiento relativo a historia del arte, constituida por tres cátedras, a
saber: 1) Historia del arte antiguo y
medieval; 2) Historia del arte
moderno, contemporáneo y posmoderno y 3) Historia del arte en Venezuela.
Consideraciones finales
Primero: Es
necesario establecer principios diferentes que permitan una propuesta diferente
para quienes tienen buscan una visión crítica, de aquella Historia Militante
y Disidente que refería Federico Brito Figueroa, que buscaba la comprensión
de los procesos de la totalidad social.
Segundo: La
historia es el vehículo mediante el cual se crea la conciencia colectiva a
través de las prácticas docentes, por ello el Estado que rige estrictamente los
contenido, estrategias, técnicas y métodos de enseñanza.
Tercero: Esto
motiva que sea tan importante el trabajo del historiador “profesional”, como el
del maestro que tiene en sus manos la tarea de multiplicar esos conocimientos,
de hacerlos conciencia colectiva.
Cuarto: Es
fundamental estudiar y comprender, por lo menos dos de las propuestas Vigotski,
según la cual la psicología personal está condicionada por la sociedad donde el
individuo o Construcción socio-histórica
y cultural de la mente, y la Zona de Desarrollo Próximo, entendida como
el área que la persona está potencialmente facultado para alcanzar según sus
actitudes y habilidades para asimilarse y desarrollar su potencial intrínseco.
Quinto: En el caso de la enseñanza de la historia
del arte, en un decanato que apenas empieza, como el de la Universidad Lisandro
Alvarado, deben generarse una discusión que posibilite nuevos enfoques en la
enseñanza de la historia del arte, colocando en la óptica de la crítica lo
actuado, tomando experiencias de otros decanatos o facultades donde se enseñe
historia del arte y generar una propuesta acorde con el perfil que se requiere
de los egresados.
[1] Brito Figueroa, Federico. Historia
disidente y militante. Bogotá, Plaza & Janes editores, marzo 2000
[2] Fontana, Josep. ¿Para qué
sirve la historia en un tiempo de crisis?. Bogotá (Colombia), Ediciones
Pensamiento Crítico, 2003, p. 29.
[3] IBIDEM., p. 45.
[4] Freire, Paulo. La
importancia del acto de leer. México, Siglo XXI (13º edición), 1999.
[5] Rodríguez,
Simón. Obras Completas. Caracas, Universidad Simón Rodríguez/ Colección
Dinámica y Siembra, 1975, T. II., p. 27.
[6] Propuestas de la construcción sociohistórica de la mente de Lev
Semiónovich Vigotski respecto al desarrollo psicológico determinado por las
condiciones históricas, sociales y culturales más que por el fenómeno puramente
biológico, será estudiada más adelante. Vigotski, Lev S. El Proceso de
Formación de la
Psicología Marxista: L. Vigotski, A. Leontiev, A. Luria.
Moscú: Editorial Progreso, 1989; también se publicó: Vigtoski, Liev
Semionovich. Obras escogidas. Barcelona, Editorial Visor, 2002, 5 tomos.
Hicimos una aproximación al tema en: Armando González Segovia “Postmodernidad y otros conceptos en la
enseñanza de la ciencia de la historia”, en: Memorias del VIII Simposio
Internacional de Historia de los Llanos Colombo-Venezolanos. Villavicencio,
Colombia, Academia de la
Historia del Meta, 2003, pp. 147-160.
[7] “El arraigo de un niño
normal en la civilización representa, por lo común, un proceso de maduración
orgánica. Ambos planos del desarrollo ¾el natural y el cultural¾
coinciden y se fusionan. Ambas series de cambios se penetran mutuamente y
forman, en esencia, una serie unitaria en la formación sociobiológica de la
personalidad del niño. Por cuanto el desarrollo orgánico se realiza en un medio
cultural, en esa medida se convierte en un proceso biológico históricamente
condicionado. Al propio tiempo, el desarrollo cultural adquiere un carácter
completamente peculiar e incomparable por cuanto se realiza simultánea y
fusionadamente con la maduración biológica, ya que su portador es el organismo
del niño en crecimiento, en cambio, en maduración”,
Vigotski, 1989, Ob.
Cit., p. 80.
[8] IBIDEM., p. 94.
[9] “Basta recordar también el
lenguaje, que primeramente es medio de comunicación con los circundantes y sólo
luego, en forma de lenguaje interno, medio del pensamiento, para que quede
completamente clara la aplicabilidad de esta ley a la historia del desarrollo
cultural del niño...”, IBIDEM.,
p. 136.
[10] Material para la discusión preparado con motivo del Concurso de
Credenciales y Oposición del Decanato de Humanidades y arte de la UCLA, en octubre de 2008.
[11] “...Para muchos, la
materia de la historia es saber cualquier cosa pasada” mientras que para otros
“Es el terreno de los hechos destacados” y en algunos casos a este
conjunto se incluye “los grandes
rasgos de la evolución humana” que ha “dependido sobre todo del resultado estadístico de los hechos
anónimos”, véase: VILAR, Pierre. Iniciación al Vocabulario del Análisis
Histórico. Barcelona, Editorial Crítica, Grupo editorial Grijalbo, 1981, p.
26.
[12] Aproximación a la historia
disidente y militante. Conferencia de Clausura en “IX Simposio de Historia
de los Llanos Colombo-Venezolanos”, Villavicencio- Colombia.
[13] Real
Academia Española de la Lengua. Diccionario de la Lengua Española
en la Vigésima
segunda edición, 2001.
[14] MONLAU, Pedro Felipe. Diccionario etimológico de la Lengua Española. Madrid,
Imprenta y estereotipa Rivadeneyra, p. 202, 202.
[15] Les Beaux-Arts réduits à un même principe,
[16] http://es.wikipedia.org/wiki/Arte,
consultada septiembre 02 de 2008.
[17] http://sanabria2004.tripod.com/programahistoriarte.htm,
consultada septiembre 06 de 2008.
[18] FREIRE, Paulo. “Consideraciones en torno al acto de estudiar”;
en: La importancia del Acto de Leer.
México, Siglo XXI, 13 edición, 1999, p. 51.
[19] VIGOTSKI, L. S. “El Método Instrumental en Psicología”; en: El Proceso de Formación de la Psicología Marxista:
L. Vigotski, A. Leontiev, A. Luria. Moscú: Editorial Progreso, 1989, pp.
80-86.
[20] Ibidem, p. 94.
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