lunes, 6 de enero de 2014

Simón Rodríguez y la Función Política del Sistema Escolar por Armando González Segovia





Simón Rodríguez y la Función Política del Sistema Escolar

Armando González Segovia

(Trabajo de investigación escrito en 1991,
revisado para ser  presentado como ponencia en el foro
Raíces Ideológicas de la Revolución Bolivariana”,
organizado por la Zona Educativa del Estado Cojedes,
en Tinaco y San Carlos, el 11 y 28 de febrero de 2005, respectivamente)


Ha llegado el tiempo de pensar

La ignorancia es la causa de todos los males que el hombre se hace y hace a los demás

Simón Rodríguez

I

En estas notas se plantea los fundamentos esbozados por el Maestro Simón Rodríguez como parte de la conformación de una nueva sociedad, donde la función política que le atribuía a la escuela como agente de cambio social era esencial, Simón Rodríguez es un hombre cuya presencia marca por lo menos cuatro siglos[1] de historia en Venezuela: Nace y se forma en el siglo XVIII, construye su ideal en el XIX donde resalta la formación dada a Simón Bolívar –personaje que cambió la faz geopolítica de la tierra al libertar cuatro naciones y crear una–, sus ideas tienen plena vigencia en el siglo XX y su obra debe marcar las pautas del siglo XXI.
Don Simón Rodríguez se definía como “Liberal”, pero con el desarrollo de su vida entró en contradicción con las propuestas básicas de este planteamiento, en sus ideas se encuentran principios del socialismo utópico, con una formación que estaba influida por representantes de este pensamiento como Enfantin y Pierre Leroux[2].  
En este sentido, es interesante precisar que existe una diferencia radical en cuanto a la conformación del pensamiento de su discípulo Simón Bolívar quien si se enmarca completamente dentro de las propuestas liberales. Si bien existen trabajos dedicados al estudio del socialismo utópico de don Simón Rodríguez, no hay una comparación en cuanto al liberalismo de Bolívar y el socialismo utópico del maestro Rodríguez. Es, principalmente, en la conformación del pensamiento enmarcada dentro del socialismo utópico que don Simón Rodríguez llegó a tener un claro concepto de lo que constituyen las clases sociales que se encontraban en las nacientes repúblicas.
La función que le establece don Simón Rodríguez a la educación se encuentra dentro de los conceptos anteriores, porque pretende redimir la sociedad a través de la educación. Este es el planteamiento básico de don Simón Rodríguez, en este sentido encaminó sus proyectos educativos como el implementado en Chiquisaca, Bolivia, donde el cambio de la sociedad debía estar dado principalmente por la educación, que según su definición constituye “los cimientos de la sociedad”.
Estos experimentos educativos se enmarcan en socialismo utópico como fenómeno internacional, cuyos fundamentos eran semejantes a los del inglés Robert Owen (1771-1858), los franceses Charles Fourier (1772-1837) y Claude Henri conde de Saint-Simon (1760-1825)[3]; el primero con las colonias de unidad y colaboración en Estados Unidos y el segundo con los falansterios en México. Por ello, Miguel Luis Amunategui advierte a sus contemporáneos que a don Simón Rodríguez o Samuel Robinson, se le denomina como “el socialista” y el ensayista José Victoriano Lastarría lo ubica como reformador social al lado de Owen, Saint Simon y de Fourrier[4].

II

Estos apuntes ofrecen una idea de la perspectiva ideológica y política de don Simón Rodríguez, quien poseía un claro concepto de clases sociales, de las diferencias entre ellas, de la  explotación, la opresión y la desigualdad entre la riqueza y la pobreza social. Esboza otra perspectiva, otra posición que en el fondo difiere del liberalismo. Una constante y demoledora crítica a la sociedad de su tiempo y su permanente luchar por borrar esta desigualdad a través de la generación de una instrucción general, de la educación popular, la creación de una escuela  social que daría como producto “un hombre nuevo” que sería el que construiría las nuevas Repúblicas: un ciudadano, que ya no tendría que ver con el sentido liberal porque era poseedor de los bienes de fortuna, ya que se crearía la igualdad “y no habría amos, puesto que no habría esclavos” no habrían jornaleros cuya suerte difiere muy poco de un esclavo. Don Simón Rodríguez estaba en la constante búsqueda de la igualdad social.
¿No son estos, acaso, principios del socialismo utópico? Hasta la concepción del “hombre nuevo” para la “nueva sociedad”. Antes se encuentra este concepto de “hombre nuevo” –en cuanto ser social crítico– en las Sagradas Escritas[5], y años después, en la década de 1960, en los escritos del doctor Ernesto “Che” Guevara[6], como necesario para que pueda surgir el pueblo socialista, basado en el principio científico, comprendiendo la necesidad de creación de este ser que no “represente las ideas del siglo XIX, pero tampoco las de nuestro siglo decadente y morboso. El hombre del siglo XXI es el que debemos crear, aunque todavía es una aspiración subjetiva y no sistematizada”[7].
Para don Simón Rodríguez la función política de la escuela es fundamental, es el andamiaje de la sociedad. La base del edificio social. De esto de desprende que es primordial la conformación y la confrontación de nuevos medios y conocimientos para desarrollar los principios fundamentales que permitieran y permitan, la búsqueda de una igualdad social. Luchar contra el saber domesticado, con la costumbre de obedecer ciegamente en beneficio de las clases dominantes, dejar el hábito del conocimiento inútil y asomar ideas que son el alimento del espíritu.
La educación al igual que todo el proceso social depende de la interpretación de fuerzas de la comunidad donde se desarrolla. Es por ello que la economía, las costumbres, la religión, la política, de una sociedad determinada siempre tiene un marcado signo de clase. Dependiendo de la condición ideológica de quienes tienen la principal finalidad de mantener el Estado imperante, a través de los sistemas organizados con la finalidad de conservarse. La educación juega ahí un papel fundamental, no solo la formal académica, sino la informal, la constante, que se manifiesta en todas las acciones de la misma sociedad, en cuanto es la encargada de capacitar para la producción técnica, según las características existentes en una comunidad determinada, y, por sobre todas las cosas, reproducir las normas y valores socialmente establecidos para crear las personalidades que necesita el sistema para pervivir. Por este motivo resulta, cuando menos, dudoso pensar en una educación revolucionaria, ya que ella se encarga precisamente de mantener el status quo.
En Venezuela se ha intentado, en la mayoría de los casos, implantar una educación completamente acrítica, alienadora. De allí que sea necesario buscar salidas nuevas que permitan el avance en los campos de la investigación y de la docencia para no desvincular de la realidad nacional y mundial del contexto especifico donde se desarrolla. Se desde entonces, implementar una educación para la transformación en contraposición a la educación para la alineación, crear la educación para liberación. Salir de la educación para sumisos que nos someten.
Simón Rodríguez tenía claro que el proceso de independencia era mucho más larga que la Guerra que lo consiguió, por ello afirmó que había que hacer algo por unos pobres pueblos que costearon con su vida este violento enfrentamiento para ser menos libres que antes: “hágase algo por uno pobres pueblos que después de haber costeado con sus personas y bienes... o, como ovejas, con su carne y su lana... la independencia, han venido a ser menos libres que antes”[8].
Era y es necesaria la búsqueda de medios y fórmulas nuevas para poder conseguir la verdadera independencia, salir definitivamente de la guerra que todavía subsiste, porque: “Se ha obtenido ya en América, no la independencia, sino un armisticio en la Guerra que ha de conducirla”[9], de forma que la República consiga su verdadera independencia y de esta forma deje de ser una parodia de la Monarquía[10]. Solamente de esta manera puede tocar fin la Guerra de Independencia, para lo cual falta mucho por terminar[11].
Para Simón Rodríguez era evidente que aun faltaba mucho por lograr la independencia. Por ello presentó su propuesta: Educación social para las grandes mayorías, porque para hacer nuevas Repúblicas es necesario que hayan Republicanos y éstos se formaban en la escuela social, según la afirmación rodriguiana.

III

A pesar de las similitudes que generalmente se presentan en cuanto al pensamiento-acción de Simón Bolívar y el de Simón Rodríguez se hallan diferencias en las propuestas básicas de uno y de otro. Simón Bolívar alimentaba, según el pensamiento ilustrado de finales del siglo XVIII y XIX, las propuesta liberales de la sociedad encaminada en varios sentidos: liberalismo económico que pudiera generar la industria desde un punto de vista individual; liberalismo político basado en la implantación del gran imperio colombino donde se afirmaba que los hombres poseen derecho a la vida, la libertad, la propiedad; liberalismo en la constitución de un gobierno que permitiera la incorporación de la sociedad civil a todos los ámbitos del poder, los ciudadanos tenían derecho a ello, pero para ser ciudadano era necesario tener renta. Es decir: poder, pesos, riquezas, bienes de fortuna. Bolívar consideraba que no todos los hombres son igualmente aptos porque la naturaleza los hace desiguales para obtener todos los rangos, de ahí que la desigualdad social sea cosa natural y no un hecho social[12].
Mientras que en Simón Rodríguez se evidencia un pensador las bases de un pensador con principios del socialismo utópico de indudable influencia liberal, aunque en varios de sus escritos se declara partidario de las ideas liberales, como cuando escribió que “no habrá verdadera Sociedad sin Educación Social, ni autoridad Razonable sin costumbres liberales[13]. Demostraba su convencimiento que “la primera escuela debe, ante todas las cosas, ocupar la atención de un gobierno liberal”[14], porque “La misión de un Gobierno liberal es cuidar de `Todos´”[15].
Siendo la escuela es la base de la sociedad y “Los gobiernos liberales (denomínese como quieran) deben ver en la primera Escuela el fundamento del SABER y la PALANCA con  que han de levantar los pueblos hasta el grado de civilización que  pide este siglo”[16] porque es la instrucción General el “único medio de dar estabilidad a las instituciones liberales”[17]. Consideraba que era necesario mover la palanca social que representa la escuela de forma que se pudiera construir la civilización y dar estabilidad a las instituciones sociales. 
Estos  principios liberales sufrieron mucha influencia del socialismo utópico, como lo es la tesis de intentar hacer una sociedad igualitaria a través de la educación y la instrucción pública general:

la de las Repúblicas debe ser
Educación Popular
Destinada a ejercicios Útiles
aspiración fundada a la propiedad[18]

Y

EDUCACIÓN POPULAR
y por
Popular .... se entiende..... jeneral[19]

Se halla una contradicción evidente. Si la educación popular se entiende por general, no puede tener como aspiración hacer prevalecer la propiedad, sino al contrario, también generalizar la propiedad. Lo cual implica por lógica dialéctica dirimir los bienes para hacerlos comunes. La finalidad que deja entrever en sus escritos don Simón Rodríguez es, precisamente, crear una educación social, popular que permita ir avanzando en cuanto a la conformación de una mejor sociedad, más igualitaria y justa que contradice algunas de las propuestas anteriores.
Incluso al tratar sobre la posibilidad que “la naturaleza sea la culpable de la desigualdad social” es tajante “la naturaleza no hace razas de estúpidos, de esclavos, ni de pobres, ni de ignorantes, LA SOCIEDAD LAS HACE POR SU DESCUIDO O POR SU CONVENIENCIA” o cuando afirma que “Hace tiempo que se disputa sobre la Libertad. Igualdad  & C. i después de largos rodeos se ha venido a quedar en que, no siendo iguales los hombres en APTITUDES no pueden serlo políticamente que lo único que PUEDE HACER LA SOCIEDAD, a favor  de los que quieren hacerse aptos, es, poner a la disposición de todas las instrucción”[20]. Esta opinión es radicalmente opuesta a la que hace Bolívar en el Discurso ante el Congreso de Angostura, donde atribuye la desigualdad social a la naturaleza.


Este planteamiento es un elemento que evidencia principios fundamentales del socialismo utópico, ya que son similares a las propuestas de la psicología marxista, cuyo pionero fue Lev Semiónovich Vigotski[21], cuyos trabajos han sido reconsiderados respecto al desarrollo psicológico determinado por las condiciones históricas, sociales y culturales más que por el fenómeno puramente biológico, como planteó Piaget. En la actualidad se toma a Vigotsky como fundamento del proyecto educativo nacional y es necesario conocer los aportes desde la creación teórica concreta de la fuente original, arduo trabajo porque existen pocas traducciones del ruso al castellano de la obra de este joven investigador[22]. La UNESCO [23] acepta la influencia del proceso histórico en el cual han interactuando diversos componentes, para la conformación de la conformación sicológica y sociológica de los individuos 

IV


A pesar de las contradicciones que se hallan en el pensamiento de don Simón Rodríguez, entre decrarse liberal y actuar en función del socialismo utópico; don Simón poseía un claro sentido de clase y la firme convicción que la educación popular podía generar igualdad social. Era necesario ir a desentañar los conflictos de clases para poder optar a una situación diferente, distinta, de la conformación vital del saber domesticado, del habito de obedecer “La Ignorancia casi jeneral, en que vive la clase inferior del pueblo.... Los caprichos de la clase media..... y las pretensiones de la superior, son causa– y todo es ignorancia: porque el capricho es una voluntad no motivada,  y la pretensión mal fundada es voluntariedad”[24]. En las Sociedades Americanas escribió que “Los conocimientos son armas que, por lo regular, se sirve, contra la sociedad”[25] y esas armas, desde el establecimiento de la explotación, siempre han estado de parte de las élites que detentan el poder, la riqueza y los medios de producción.
Rodríguez distingue claramente tres clases  sociales: una influyente, que “se distingue, en gran parte, y en todas partes, por conocimientos ajenos al arte de vivir, como cimientos que en nada  contribuyen al bienestar social –todo lo que se sabe rueda sobre la Administración, o sobre el curso de negocios establecidos = y estos negocios son, en suma, el aumento de comodidades de las clases ya acomodadas: las que no están, aspiran a elevarse por el caudal– ¿quién no lo buscará en todos los rincones de su país, o no saldrá a buscarlo por todos los rincones del mundo? La Avaricia ocupa el lugar de las Luces, donde las Luces no han penetrado”[26].
Una clase media que “por salir de la inferioridad, abusa de la impotencia del pobre de espíritu, o de medios, y es más injusta con EL que la influyente lo es con ELLA: sin advertir que nadie quiere ser menos, y que la estupidez no se hereda con la pobreza”[27].
La clase ínfima, que constituyen  la masa del pueblo y son “Millones! de hombres que se pierden en la abyección, por no conocer los medios para elevarse –o por no poder adquirirlos– o  porque la pereza mental los abate –o porque no se les permite aspirar a ser más de lo que son: de los Sabios mismos se hace poco caso si son pobres. –Se cubren los campos de gente ociosa, porque la cultura no los ocupa –las ciudades del interior se llenan de mendigos– i en los barrios de las grandes capitales, pululan miserables”[28].
Era necesario disolver las contradicciones generales por la opresión de las clases pudientes a las oprimidas porque “... llaman prosperidad a la opulencia fundada en el opacamiento de las clases que tienen oprimidas”, como escribió en las Sociedades Americanas, 1840[29]. Clases oprimidas integradas por indios y esclavos africanos y sus descendientes y hasta de blancos pobres, artesanos, obreros, campesinos, proletarios, porque “la suerte de un jornalero difiere muy poco de la de un esclavo”[30], según sus palabras. Era necesario que cesará la ostentanción de riquezas de que hacia gala la minoría opresora “artefactos! que adornado la suntuosa morada del rico, y cubriendo la desnudez del PROLETARIO, establezcan un perpetúo equilibrio entre las fuerzas productoras y consumidoras, hasta los últimos rincones del Globo[31].
Referir el concepto de clases sociales, en el sentido y proyección que Rodríguez les presenta no deja lugar a dudas de una búsqueda ontológica superior donde los seres humanos puedan convivir en una sociedad más igualitaria y justa, donde las diferencias y desequilibrios sociales fuesen menos acentuados hasta llegar a su total desaparición. El ser humano, por naturaleza, manifiesta siempre la vocación ontológica de superarse constantemente y hacia la incentivación de esta disposición es que Rodríguez apunta la finalidad de la educación.

V

Para don Simón Rodríguez era necesaria conjugar la instrucción general para disminuir las diferencias de clases. La función del Maestro en las primera escuela es la que virtualmente la que establece las bases de todo conocimiento porque ha enseñado aprender y el buen éxito de todas las carreras depende de los primeros pasos que se den en ella por allí empiezan las relaciones, con las cosas, personas, y el mundo en general por eso se considera la primera Escuela, la Escuela... por antonomasia[32].
La República tiene la necesidad de fomentar  conocimientos nuevos, acordes con otro orden social es necesario donde se forme un nuevo plan de enseñanza y se establezca con Maestros nuevos, acordes con los ideales que se quieren formar. Esos nuevos Maestros formarían personas con nuevas perspectivas lograrían el desarrollo integral de los individuo a través de las inquietudes serían sembradas en los niños y los jóvenes. Por eso es que el título de Maestros solamente de les debe dar el que sabe enseñar:

“El título de Maestro no debe darse sino  SABE enseñar esto es  al que enseñar
esto es, al que enseña a aprender
no al que manda a aprender,
o indica lo que se ha de aprender
ni ... al que se aconseja que se aprenda
El maestro que sabe dar primeras instrucciones, sigue enseñando virtualmente todo lo que se aprende después, porque enseñó a aprender. Su ministerio es de primera necesidad, porque influye en los demás estudios”[33]

Maestros comprometidos con el proyecto de transformación social. Que su compromiso sea el compromiso de las clases más desposeídas para poder conseguir elevar su nivel de vida. Estos nuevos maestros tendrían que dejar de ser “unos pobres dependientes o ayos mal pagados, especie de bocinas que suenan como las soplan: su oficio es...
Engañar a los muchachos por orden de sus padres”[34].
Esa premisa de hacer digno el oficio y vocación de Maestro, es un compromiso de Estado, y por ese mismo motivo no se cumple. No interesa que el maestro sea bien remunerado, para intentar hacer de su condición de “ayo mal pagado” del mercado donde se reproduzca la miseria misma del sistema. Construir una escuela para la obediencia y el orden.
Era, y aún es, necesario dejar la Escuela del engaño, de la mentira condicionada, es necesario llegar a la capacidad de pensar. Bajo pretexto de religión, la monarquía plantea una educación “para embaucar a los pueblos”. Por esto se debe dejar al sabe domesticado porque:
“En las Repúblicas
la Escuela debe ser política también; pero sin pretextos ni disfraces
En la sana política no entran mañas, tretas ni ardies.
La política, en las Repúblicas, en punto a instrucción
es formar hombres para la sociedad”[35]

Esta visión de la educación como función evidentemente política es compartida por Paulo Freire, quien años después escribió No existe un trabajador de la enseñanza, en Brasil o en cualquier sociedad, como algo abstracto, universal. El trabajador de la enseñanza, en cuanto tal, es un político, independientemente de si es, o no, consciente de esto. De ahí que me parezca fundamental que todo trabajador de la enseñanza, todo educador o educadora, tan rápidamente como sea posible, asuma la naturaleza política de su práctica. Se defina políticamente. Haga su opción y trate de ser coherente con ella”[36]. Entonces no se le puede negar la esencia de lo que conlleva
 per se, la educación, su esencia es la política, entendida como la relación entre el Estado y los ciudadanos, sin embargo es necesario estar alerta puesto que esto no implica una posición de imposición hacia los estudiantes que difieran de su criterio y de la opción que escoja el docente, quien debe respetar y tolerar a quienes difieran de sus opiniones y se lo expongan, argumentando con juicios válidos los presupuestos que crea.

VI


Retomando algunas de las ideas del maestro Simón Rodríguez respecto a la educación puede presentarse un decálogo de ideas, y al cual fácilmente puede agregarsele muchas ideas más que la originalidad de don Simón Rodríguez aportó a la educación Venezolana y latinoamericana en general.
1.- CONFORMAR UNA ESCUELA SOCIAL. Esta escuela servirá para establecer los cimientos básicos para la conciencia que permita gestación de una verdadera igualdad social; que genere conocimientos para desempeñar trabajos prácticos que permitan realizar oficios conocidos, con suficiente amor al trabajo. Don Simón Rodríguez expresaba:
“Para todo hay Escuelas, en Europa,
en ninguna parte se oye hablar de...
escuela social[37]
La escuela social propuesta por don Simón Rodríguez, es un medio que conlleva a la justicia y la equidad social. Es una escuela para el aporte y la creación, donde no haya imposición de conocimiento sino una acertada lectura de la realidad que posibilite darle a todos los estudiantes las herramientas necesarias para una vida útil y próspera.
2.- DEJAR DE IMITAR SERVILMENTE. Hay que desarrollar el sentido  de creatividad, originalidad e inventiva que nos permita encaminarnos hacia nuevos senderos propios de nuestro devenir histórico. No servir simplemente de portavoz de ideas ajenas, repitiendo mecánicamente las ideas de otras naciones, importando Dioses e ideas.
“La  América!............ Quién lo creería?!...
está llamada, por las circunstancias, a emprenderla.
Atrevida paradoja parecerá... no importa.
Los acontecimientos irán probando,
a los que observan poco la sociedad,
que es una verdad muy obvia.
La América no ha de imitar servilmente
sino ser............ orijinal[38]
América para los americanos: por esto debemos aprender a observar la sociedad, la imitación en cuanto copia de planes y proyectos, ha hecho daño extremo a la iniciativas que proponen una visión integral de los problemas que nos aquejan como sociedad. Por ello, se levanta la imperiosa voz que nos sugiere “La América no ha de imitar servilmente sino ser............ orijinal”.

3.- UTILIZAR EL ARMA DE LA CRITICA. Debemos conformar una conciencia critica que permita al avance en cuanto a los descubrimientos de los lazos explotadores de la sociedad. En ese sentido hay que comenzar desde la infancia a sembrar en los niños la conciencia critica, de manera que no se haga un juicio antes de ser planteado, analizando y discutido, en el sentido más amplio, con lo cual se desarrolla una conciencia critica, utilizando la interrogación, las preguntas para generar nuevas respuestas. Don Simón Rodríguez afirmaba:
“Enseñan los niños a ser preguntones
para que, pidiendo el Por que, de lo que se les mande a hacer,
se acostumbren a obedecer... a la razón!
no a la autoridad, como los limitados
ni a la costumbre, como los estúpidos[39]
La crítica en cuanto arma necesaria para una sociedad más justa, debe promoverse en la escuela, de manera que los niños desarrollen esta cualidad, para ello aconseja la epistemología de la pregunta, donde lo fundamental es el por qué de las cosas obedezcan a la razón, todavía es una vigente y lapidaria afirmación. Se exige permanentemente que los niños y jóvenes sean críticos, cuando los docentes –en su mayoría– no lo son y muchas veces nos portamos como estúpidos al obedecer ciegamente a la autoridad o a las costumbres. Y la estupidez no es una deficiencia cerebral, sino una mala utilización de las facultades y cualidades que poseemos[40]. 
4.- UNA EDUCACIÓN AL ALCANCE DE TODOS. Hay que implantar una educación al alcance de todos, actualizada de acuerdo a las capacidades de los discípulos. Sin pretender ostentar sabiduría, ni enseñar demasiado, o cosas innecesarias.
“Hay 3 especies de maestros
Unos que se proponen ostentar Sabiduría... no Enseñar,
otros, que quieren enseñar tanto! ... que confunden al discípulo,
i otros, que se ponen alcance de todos, consultando capacidades.
Estos últimos son los que consiguen el fin de la enseñanza, i los que perpetúan
sus nombres, en las Escuelas”.[41]
Colocar el conocimiento en el justo nivel que se requiere necesita capacidad de observación e intuición de los grados y limitaciones cognoscitivas de los estudiantes. Esa cualidad, necesaria en cualquier docente que se precie de ser tal, es la que hace que los estudiantes sean buenos o malos: Un docente cuyo índice de aplazados sea sumamente altos, debe revisar sus métodos y estrategias que no permiten la aprehensión y el desarrollo de los procesos cognoscitivos. Esta es la Zona de Desarrollo Próximo presentada por Vigotski.

5.- HAY QUE TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. Es necesario implementar el cambio educativo desde la primera escuela, ya que es allí  donde se establece las bases, los cimientos de todas experiencia posterior, donde se apliquen los principios que en ella se establecen, de allí que la primera escuela es la escuela por antonomasia.
“Piénsese en las funciones del Maestro, en la primera escuela, i se
verá que sigue virtualmente enseñando a aprender
en las otras edades
El buen éxito, en todas las Carreras, depende... casi siempre...
de los primeros pasos que se dan en ellas:
Estos pasos se enseñan a dar en la 1ª escuela:
Allí empieza la vida de las relaciones con las Cosas, con las Personas.
Luego, la 1ª escuela es... la Escuela!... por antonomasia:
Las demás, son... aplicaciones de sus
principios  para hacerlos  transcendentales”[42]
La importancia de la primera escuela –hoy escuela inicial y primera etapa de escuela básica– presenta un reto de mucha importancia, ya que según los avances de las neurociencias, los niños están en plena capacidad de captación cuando tienen abiertas las “ventanas de oportunidades”[43], cuya máxima capacidad de captación se encuentra desde el período de captación hasta los 9 años. Entonces los diversos tipos de cerebro pueden ser desarrollados con ejercicios prácticos:
El “cerebro hablante” a través de conversaciones con el niño, siendo éste es un recurso simple y eficaz lo cual debe hacerse antes de los 10 años. El “cerebro espacial”, para la comprensión de la percepción espacial, desde los cinco hasta los diez años de edad, pueden aplicarse “los ejercicios físicos que tienen que ver con la noción de izquierda y derecha, arriba y abajo, hacia adelante y hacia atrás, son aconsejables. La natación, la danza o el judo ayudan al desarrollo de la percepción espacial de los niños”; mientras que el “cerebro musical”, permanece desde los tres hasta los diez años de edad, se puede desarrollar al “cantar junto con el niño y jugar con la musicalidad de las palabras son estímulos simples pero potentes. Colocar música mientras el niño juega, también lo es. Si él demuestra aptitud musical, sería bueno incentivarlo lo antes posible”[44].
Estas facultades del cerebro, a su vez posibilitan el crecimiento de lo que se ha denominado como “Las siete cabezas” o los siete tipos de inteligencia: musical, corporal-cinestésica, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e intrapersonal[45].
Don simón Rodríguez, ciertamente, no pudo explicar en detalle éstos presupuestos teóricos descubiertos muchos años después de su muerte, más si intuía que eran mucho más efectivos los aprendizajes que los niños adquirían a esa edad que los dados posteriormente, por este motivo, afirmaba que “la 1ª escuela es... la Escuela!... por antonomasia Las demás, son... aplicaciones de sus principios  para hacerlos  transcendentales”. Afirmación corroborada en los ya citados trabajos acerca del la evolución del cerebro.
6.- DESARROLAR UNA EVALUACIÓN CUALITATIVA. Se hace necesaria la complementación de un sistema evaluativo que permita la caracterización de las verdaderas aptitudes y actitudes de los individuos para la solución y la conformación de los problemas que puedan presentarse en el trascurso de su ciclo vital. Esto es una educación para la sociedad, para la vida, para el hacer, para construir sueños de futuro. No para pasar un examen, de los que afirmaba don Simón Rodríguez.
Exámenes Públicos
esa charlatanería viene de Europa”[46]
Es decir, trascender la evaluación en cuanto calificación. Evaluar es formar y calificar es juzgar para condenar. Los exámenes son la máxima expresión de la calificación y han demostrado que no son indicadores reales de la existencia de competencias adquiridas. Y, en la mayoría de los casos, son la apreciación subjetiva que el maestro posee de los estudiantes. La evaluación debe asumir nuevos principios éticos, más allá de las disposiciones técnicas, asumiendo principios de crítica permanente y auto-análisis[47]. 
7.- LA LECTURA DEL MUNDO Y LA PALABRA. Debe implementarse una educación pro asertiva, pausada, pero sin descanso, donde se puede avanzar hasta llegar a los máximos niveles. Don Simón Rodríguez pensaba en una educación que comenzase por las matemáticas, enseñando a contar sumando con tablas y piedras hasta llegar a la lectura, porque:
Leer, es la última parte! del trabajo,
en la enseñanza de todo idioma,
diga, el que no desfigura los pensamientos, leyendo, lo que ha
trabajado para leer con sentido.
Para despreciar alguno, por su ignorancia, dicen.....
¿Qué tal sujeto será, cuando... ni leer sabe?
no lo dirían, si advirtieran que...
leer, es resucitar ideas sepultadas en el papel:
Cada palabra es un epitafio
i que, para hacer esa especie de milagro! es menester
conocer los espíritus de las difuntas,
o tener espíritus equivalentes para subrogarles”[48]
Se refiere al acto de la lectura como supremo donde se conjuga la lectura del mundo con la lectura de la palabra, como recuerda el maestro Paulo Freire “la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra”, de ahí que la posterior lectura de la palabra no puede prescindir de la lectura del mundo que se tenga, por eso encontramos en el texto los elementos que vinculan la creación con el conocimiento previo que poseemos de lo leído. Comprender el texto implica aprehender y sistematizar el con-texto, a la relectura de lo vivido. El sentido de la palabra lo brinda la comprensión que del mundo tengamos. Ese es el “espíritu” que posibilita resucitar las ideas que sepultadas están en el papel, lo epitafios que conforma cada una. El milagro es, entonces, poder comprender el mundo que dentro de las palabras se encierra.
8.- HAY QUE IMPLEMENTAR PROYECTOS A CORTO Y MEDIANO PLAZO. Para la construcción de este proyecto no hay que perder mucho tiempo en proyectos pomposos. Es necesario implementar a corto y mediano plazo, ya que muchos de éstos se tornan irrealizables por lo demasiado ambiciosos:
“No pierdan los Americanos su tiempo, en proyectos pomposos. En lugar de Teologías, Psicologías, Derecho y Lenguas Muertas, hagan los que tengan juicio, algo!. Por unos Pobres Pueblos que no saben que hacerse, ni que hacer de sus hijos!
Los Directores de los Pueblos, y los que se creen dignos de serlo, debe  conocer que, a la educación que recibieron en su infancia, deben los homenajes que se le tributan, y que sin ella, estarían perdidos en la masa que desprecian”[49].

Partía don Simón, de la necesidad de una práctica concreta. Darle herramientas que sirvan a la vida diaria, para hacer los líderes que asumirán los destinos de estos pueblos en el futuro. Quienes allí están, se lo deben a la educación que recibieron y, entre la gente que no ha tenido oportunidad de formarse, existen talentos igual o superior que no tuvo la oportunidad.
9.- COMBATIR LA ESCUELA DE LA ESPECULACIÓN Y LA MISERIA. Debemos luchar contra la escuela de la especulación y el conformismo, la escuela de la ignorancia donde hemos sido sumidos como medio de explotación y opresión porque “lo que no es general no es público y lo que no es social”, observar conocer reflexionar en cuanto a los beneficios sociales para poder la escuela de miseria en que se nos ha sumido.
“Cuiden de sus hijos; no sea que, por echarles a granel, en escuelas de especulación o de caridad, los verán mañana sumidos en la ignorancia más crasa que la que hoy consideran como inherente a la pobreza. El hombre no es ignorante, porque es Pobre, sino al contrario”[50].

A los niños debe brindárseles la oportunidad de salir de la ignorancia y al mismo tiempo se le brinda la oportunidad de salir de la pobreza. No se es ignorante por ser pobre, sino pobre por ser ignorante, sentencia claramente. Hasta ahora la escuela ha sido un centro donde fundamentalmente se realizan prácticas tendientes a adormecimiento de conciencias, porque el pensar críticamente es subversivo a quien detenta el poder. Y no existen otra forma repensar. Muchas cabezas embisten y pocas piensan. La función de la educación es, precisamente, hacer que más cabezas piensen y menos embistan. Dejar de ser altavoces de ideas prestadas y asumir el compromiso de crear nuestras propias propuestas.  
10.- DEBEMOS SER ORIGINALES E INVENTIVOS. Estas son las principales armas que debemos anteponer a todos los logros que pensemos realizar, “La América es original, Original sus instituciones y Gobiernos y Originales han de ser las formas de fundar uno y otro”, por ello en todo momentos incitó a América y los americanos a no debe imitar servilmente, sino ser original, consideraba que la vía era la educación:
“Enseñen, y tendrán quien sepa,
Eduquen, y tendrán quien haga”[51]
La creatividad y la inventiva eran las principales armas:
“La América española es orijnal= orijinales han de ser sus instituciones y gobierno = i orijinales los medios de fundar el uno i otro
O inventamos o erramos” [52]
 
La creación es la máxima forma de expresión. La originalidad, la invención y la creación son las bases de la búsqueda de soluciones a viejos problemas. No puede encontrarse soluciones a viejos problemas por los mismos procedimientos seguidos por donde no se ha atinado las soluciones. Si se profundiza un hueco no se sale de él. Entonces la América original debe buscar también en originales propuestas los medios de fundar la república. Sustentándose en los principios de nuestro proceso histórico, el devenir que permita consolidar instituciones y gobierno. El Estado en cuanto organización que regula la relación de los seres humanos entre sí y de éstos con el Estado.
l.


[1] Germán Carrera Damas utilizó una denominación similar, en la cual nos basamos para la realizada aquí, tituló un discurso en el Concejo Municipal del Distrito Federal el 28 de octubre de 1971, en ocasión del bicentenario del natalicio de prócer: “Simón Rodríguez: hombre de tres siglos”, véase: Validación del pasado. Caracas, ediciones de la Biblioteca de la UCV, 1975, pp. 23-35.
[2] Anatoli Shulgovski: Simón Rodríguez hombre y pensador (en torno al socialismo utópico en América Latina), en: Universidad Santa María: Revista universitaria de historia, N° 3, septiembre-diciembre, 1982, p. 22.
[3] Anatoli Shulgovski: IBID., p. 24, 25.
[4] Miguel Luis de Amunategui: Ensayos biográficos, Santiago, 1879; José Victoriano Lastarría: Recuerdos Literarios, Santiago 2° edición, 1885, ambas obras citadas por Alfonso Rumazo González: Simón Rodríguez Maestro de América. Caracas, Caracas, Universidad Simón Rodríguez/ Colección Dinámica y Siembra, 1976, p. 66. 
[5] “Ustedes tienen que dejar su manera anterior de vivir, el hombre viejo, cuyos deseos engañosos lo llevan a su propia destrucción. Dejen que su mente se haga más espiritual, para que tengan una nueva vida, y revístanse del hombre nuevo”, La Biblia latinoamericana, Efesios, 4-22-24. Ediciones Paulinas, 1972.
[6] Ernesto Che Guevara: El socialismo y el hombre en Cuba, Montevideo, 12 de marzo de 1965, en: Escritos y discursos. La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1977, tomo 8, p. 253-272.
[7] IBID., p. 267.
[8] Simón Rodríguez: Obras Completas. Caracas, Universidad Simón Rodríguez/ Colección Dinámica y Siembra, 1975, 2 tomos; la cita corresponde al  T. I, p. 227.
[9] IBID., T. I, p. 272.
[10] “Luego la República, entre nosotros, es una Pardoia de la Monarquía”, IBID., T. I, p. 231.
[11] “Oigo decir –a unos suspirando y a otros haciendo que suspiran– que U. se va luego de concluir no sé que asuntos. Si es (me digo) el asunto de la independencia, me tranquilizo, porque falta mucho para darlo por concluido. Y no se que otros asuntos tenga Bolívar en este mundo...” IBID., T. II, p. 504.
[12] “...Que los hombres nacen todos con derechos iguales a los bienes de la sociedad, está sancionados por las pluralidad de los sabios; como también lo está, que no todos los hombre nacen igualmente aptos a la obtención de todos los rangos; pues todos deben practicar la virtud y no todos la practican; todos deben ser valerosos, y no todos lo son, todos deben poseer talentos y no todos lo poseen. De aquí viene la distinción efectiva que se observa entre los individuos de la sociedad más liberalmente establecida. Si el principio de la igualdad política es generalmente reconocido, no lo es el de la desigualdad física y moral. La naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio, temperamento, fuerzas y carácter. Las leyes corrigen esta diferencia porque colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la industria, las artes, los servicios, las virtudes, le den una igualdad ficticia, propiamente llamada política y social”, Simón Bolívar: Discurso pronunciado por el Libertador ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, día de su instalación, en: Itinerario Documental de Simón Bolívar/ Escritos selectos. Caracas, ediciones de la Presidencia de la República, 1970, p.156.
[13] IBID., T. I, p. 230, 383.
[14] IBID., T. I.,p. 227; T. II., p. 29.
[15] IBID., 229, 33.
[16] IBID., 224.
[17] IBID., T.  II., p. 172.
[18] IBID., T. I, p. 370.
[19] IBID., T. II, p. 104.
[20] IBID., T.  I., p. 341.
[21] Véase: “Psicología del arte”; “El método instrumental en psicología”; “Historia y desarrollo de las funciones psíquicas superiores”; “Acerca de los sistemas psicológicos”; “Pensamiento y palabra”; “El problema de la enseñanza y el desarrollo mental en la edad escolar”; “La psicología y la teoría de la localización de las funciones psíquicas”, en: El proceso de formación de la psicología marxista: L. Vigostki, A. Leontiev. A. Luria. Moscú, Editorial Progreso, 1989. Existe una edición de la Obras Escogidas de Vigotski. Editorial Visor, 5 tomos, 2002.
[22] Vigotski nació en Orsa el 17 de noviembre de 1896 y murió de tisis en Moscú el 11 de junio de 1934, antes de cumplir 38 años. Sus aportes los realizó en menos de 10 años de investigación.
[23]Sin embargo, las actitudes adversas que hoy puedan existir son el resultado de un proceso histórico en el cual han interactuado diversos componentes, gran parte de los cuales no será posible cambiar en el corto plazo. Las mismas razones que justifican la inseparabilidad entre integración y desarrollo son las que condicionan a la posibilidad de modificar las actitudes mencionadas”, Parlamento Latinoamericano (PARLATINO)-Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO): Plan de educación para el desarrollo y la integración de América Latina. Volumen II: marco teórico. São Paulo, Brasil, 20 Edición, agosto de 1998.
[24] IBID., T.  II., p. 119.
[25] IBID., T.  II., p. 105.
[26] IBID., T.  I., p. 377.
[27] IBID.
[28] IBID.
[29] IBID., T.  II., p. 122.
[30] IBID., T.  II., p. 111.
[31] IBID., T.  I., p. 351. Sobre el concepto de clases social, puede revisarse también en el tomo I las páginas 200, 319, 33, 331, 340, 341, 350, 351, 377, 378, 379 y 382.
[32] IBID., T.  II., p. 13.
[33] IBID., T.  I., p. 247.
[34] IBID., T.  I., p. 233.
[35] IBID., T.  I., p. 235, 236.
[36] Paulo Freire: La educación en la ciudad. Madrid, siglo XXI, 1997, p. 57.

[37] IBID., T.  II., p. 16.
[38] IBID.
[39] IBID., T.  II., p. 27.
[40] La estupidez es una cualidad que llena varias páginas de la historia humana como demostró Paul Tabori, véase: Historia de la estupidez humana. Buenos Aires, Ediciones Siglo XX, 1972. Traducción por Anibal Leal del original: The natural science of stupidity.
[41] IBID., T.  II., p. 17.
[42] IBID., T.  II., p. 13.
[43] “…los neurobiólogos comenzaron a estudiar lo que llamaron ventanas de oportunidades. De la misma forma que el sentido de la visión depende de conexiones hechas hasta los dos años de edad, y que los circuitos del lenguaje se consolidan hasta un máximo de diez años, ellos juzgaron lícito suponer que otras facultades podían también tener ventanas de oportunidades que, debidamente aprovechadas, llevarían a adultos con determinadas capacidades. En la revista National Geographic, el neurobiólogo Gerald Edelman, del Instituto de Neurociencia de La Jolla, en California, Estados Unidos, comparó esa situación a una especie de lucha por la sobrevivencia de las neuronas. Si son usadas y tienen éxito, ellas se fijan como instrumentos del pensamiento. Si son mantenidas en estado inerte, es como si murieran”, PARLATINO-UNESCO: Plan de educación para el desarrollo…, p. 29.
[44] IBID., p. 33, 34.
[45] IBID., p. 35, 36.
[46] IBID., T.  II., p. 21.
[47] “…La forma de mejorar la evaluación en las escuelas, ates de ser un problema de técnicas, es un problema de autoanálisis, depuración y formación de esos esquemas de mediación en cada profesor y en ethos pedagógico colectivo que se instala en los centros escolares y en los estilos de enseñanza que animan en diferentes niveles y modalidades del sistema educativo…”, José Gimeno Sacristán: “La evaluación en la enseñanza”, en: La evaluación: su teoría y su práctica. Caracas, Cuadernos de Educación, Nº 143, 1993, p. 75.
[48] Simón Rodríguez: IBID., T.  II., p. 29.
[49]IBID.
[50] IBID., T.  I., p. 227.
[51] IBID., T.  I., p. 230.
[52] IBID., T.  I., p. 343.

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