Simón Rodríguez y la Función Política del Sistema Escolar
Armando González Segovia
(Trabajo de investigación escrito en 1991,
revisado para ser presentado
como ponencia en el foro
“Raíces Ideológicas de la Revolución Bolivariana”,
organizado por la
Zona Educativa del Estado Cojedes,
en Tinaco y San Carlos, el 11 y 28 de febrero de 2005, respectivamente)
“Ha
llegado el tiempo de pensar”
“La
ignorancia es la causa de todos los males que el hombre se hace y hace a los
demás”
Simón
Rodríguez
I
En estas notas se plantea los fundamentos esbozados por el
Maestro Simón Rodríguez como parte de la conformación de una nueva sociedad,
donde la función política que le atribuía a la escuela como agente de cambio
social era esencial, Simón Rodríguez es un hombre cuya presencia marca por lo
menos cuatro siglos[1] de historia en Venezuela:
Nace y se forma en el siglo XVIII, construye su ideal en el XIX donde resalta
la formación dada a Simón Bolívar –personaje que cambió la faz geopolítica de
la tierra al libertar cuatro naciones y crear una–, sus ideas tienen plena
vigencia en el siglo XX y su obra debe marcar las pautas del siglo XXI.
Don Simón Rodríguez se definía como “Liberal”, pero con el
desarrollo de su vida entró en contradicción con las propuestas básicas de este
planteamiento, en sus ideas se encuentran principios del socialismo utópico,
con una formación que estaba influida por representantes de este pensamiento
como Enfantin y Pierre Leroux[2].
En este sentido, es interesante precisar que existe una
diferencia radical en cuanto a la conformación del pensamiento de su discípulo
Simón Bolívar quien si se enmarca completamente dentro de las propuestas
liberales. Si bien existen trabajos dedicados al estudio del socialismo utópico
de don Simón Rodríguez, no hay una comparación en cuanto al liberalismo de
Bolívar y el socialismo utópico del maestro Rodríguez. Es, principalmente, en
la conformación del pensamiento enmarcada dentro del socialismo utópico que don
Simón Rodríguez llegó a tener un claro concepto de lo que constituyen las
clases sociales que se encontraban en las nacientes repúblicas.
La función que le establece don Simón Rodríguez a la
educación se encuentra dentro de los conceptos anteriores, porque pretende
redimir la sociedad a través de la educación. Este es el planteamiento básico
de don Simón Rodríguez, en este sentido encaminó sus proyectos educativos como
el implementado en Chiquisaca, Bolivia, donde el cambio de la sociedad debía
estar dado principalmente por la educación, que según su definición constituye
“los cimientos de la sociedad”.
Estos experimentos educativos se enmarcan en socialismo
utópico como fenómeno internacional, cuyos fundamentos eran semejantes a los del
inglés Robert Owen (1771-1858), los franceses Charles Fourier (1772-1837) y Claude
Henri conde de Saint-Simon (1760-1825)[3]; el
primero con las colonias de unidad y colaboración en Estados Unidos y el
segundo con los falansterios en México. Por ello, Miguel Luis Amunategui
advierte a sus contemporáneos que a don Simón Rodríguez o Samuel Robinson, se
le denomina como “el socialista” y el ensayista José Victoriano Lastarría lo ubica
como reformador social al lado de Owen, Saint Simon y de Fourrier[4].
II
Estos apuntes ofrecen una idea de la perspectiva
ideológica y política de don Simón Rodríguez, quien poseía un claro concepto de
clases sociales, de las diferencias entre ellas, de la explotación, la opresión y la desigualdad
entre la riqueza y la pobreza social. Esboza otra perspectiva, otra posición
que en el fondo difiere del liberalismo. Una constante y demoledora crítica a
la sociedad de su tiempo y su permanente luchar por borrar esta desigualdad a
través de la generación de una instrucción general, de la educación popular, la
creación de una escuela social que daría
como producto “un hombre nuevo” que sería el que construiría las nuevas
Repúblicas: un ciudadano, que ya no tendría que ver con el sentido liberal
porque era poseedor de los bienes de fortuna, ya que se crearía la igualdad “y
no habría amos, puesto que no habría esclavos” no habrían jornaleros cuya
suerte difiere muy poco de un esclavo. Don Simón Rodríguez estaba en la
constante búsqueda de la igualdad social.
¿No son estos, acaso, principios del socialismo utópico?
Hasta la concepción del “hombre nuevo” para la “nueva sociedad”. Antes se
encuentra este concepto de “hombre nuevo” –en cuanto ser social crítico– en las
Sagradas Escritas[5], y años después, en la
década de 1960, en los escritos del doctor Ernesto “Che” Guevara[6], como
necesario para que pueda surgir el pueblo socialista, basado en el principio
científico, comprendiendo la necesidad de creación de este ser que no
“represente las ideas del siglo XIX, pero tampoco las de nuestro siglo
decadente y morboso. El hombre del siglo XXI es el que debemos crear, aunque
todavía es una aspiración subjetiva y no sistematizada”[7].
Para don Simón Rodríguez la función política de la escuela
es fundamental, es el andamiaje de la sociedad. La base del edificio social. De
esto de desprende que es primordial la conformación y la confrontación de
nuevos medios y conocimientos para desarrollar los principios fundamentales que
permitieran y permitan, la búsqueda de una igualdad social. Luchar contra el
saber domesticado, con la costumbre de obedecer ciegamente en beneficio de las
clases dominantes, dejar el hábito del conocimiento inútil y asomar ideas que
son el alimento del espíritu.
La educación al igual que todo el proceso social depende
de la interpretación de fuerzas de la comunidad donde se desarrolla. Es por
ello que la economía, las costumbres, la religión, la política, de una sociedad
determinada siempre tiene un marcado signo de clase. Dependiendo de la
condición ideológica de quienes tienen la principal finalidad de mantener el
Estado imperante, a través de los sistemas organizados con la finalidad de
conservarse. La educación juega ahí un papel fundamental, no solo la formal
académica, sino la informal, la constante, que se manifiesta en todas las
acciones de la misma sociedad, en cuanto es la encargada de capacitar para la
producción técnica, según las características existentes en una comunidad
determinada, y, por sobre todas las cosas, reproducir las normas y valores
socialmente establecidos para crear las personalidades que necesita el sistema
para pervivir. Por este motivo resulta, cuando menos, dudoso pensar en una
educación revolucionaria, ya que ella se encarga precisamente de mantener el status quo.
En Venezuela se ha intentado, en la mayoría de los casos,
implantar una educación completamente acrítica, alienadora. De allí que sea
necesario buscar salidas nuevas que permitan el avance en los campos de la
investigación y de la docencia para no desvincular de la realidad nacional y
mundial del contexto especifico donde se desarrolla. Se desde entonces,
implementar una educación para la transformación en contraposición a la
educación para la alineación, crear la educación para liberación. Salir de la
educación para sumisos que nos someten.
Simón Rodríguez tenía claro que el proceso de
independencia era mucho más larga que la Guerra que lo consiguió, por ello
afirmó que había que hacer algo por unos pobres pueblos que costearon con su
vida este violento enfrentamiento para ser menos libres que antes: “hágase algo
por uno pobres pueblos que después de haber costeado con sus personas y
bienes... o, como ovejas, con su carne y su lana... la independencia, han
venido a ser menos libres que antes”[8].
Era y es necesaria la búsqueda de medios y fórmulas nuevas
para poder conseguir la verdadera independencia, salir definitivamente de la
guerra que todavía subsiste, porque: “Se ha obtenido ya en América, no la
independencia, sino un armisticio en la Guerra que ha de conducirla”[9], de
forma que la República consiga su verdadera independencia y de esta forma deje
de ser una parodia de la Monarquía[10].
Solamente de esta manera puede tocar fin la Guerra de Independencia, para lo
cual falta mucho por terminar[11].
Para Simón Rodríguez era evidente que aun faltaba mucho
por lograr la independencia. Por ello presentó su propuesta: Educación social
para las grandes mayorías, porque para hacer nuevas Repúblicas es necesario que
hayan Republicanos y éstos se formaban en la escuela social, según la
afirmación rodriguiana.
III
A pesar de las similitudes que generalmente se presentan
en cuanto al pensamiento-acción de Simón Bolívar y el de Simón Rodríguez se
hallan diferencias en las propuestas básicas de uno y de otro. Simón Bolívar
alimentaba, según el pensamiento ilustrado de finales del siglo XVIII y XIX,
las propuesta liberales de la sociedad encaminada en varios sentidos:
liberalismo económico que pudiera generar la industria desde un punto de vista
individual; liberalismo político basado en la implantación del gran imperio
colombino donde se afirmaba que los hombres poseen derecho a la vida, la
libertad, la propiedad; liberalismo en la constitución de un gobierno que
permitiera la incorporación de la sociedad civil a todos los ámbitos del poder,
los ciudadanos tenían derecho a ello, pero para ser ciudadano era necesario
tener renta. Es decir: poder, pesos, riquezas, bienes de fortuna.
Bolívar consideraba que no todos los hombres son igualmente aptos porque la
naturaleza los hace desiguales para obtener todos los rangos, de ahí que la
desigualdad social sea cosa natural y no un hecho social[12].
Mientras que en Simón Rodríguez se evidencia un pensador
las bases de un pensador con principios del socialismo utópico de indudable
influencia liberal, aunque en varios de sus escritos se declara partidario de
las ideas liberales, como cuando escribió que “no habrá verdadera
Sociedad sin Educación Social, ni autoridad Razonable sin
costumbres liberales”[13]. Demostraba
su convencimiento que “la primera escuela debe, ante todas las cosas, ocupar la
atención de un gobierno liberal”[14],
porque “La misión de un Gobierno liberal es cuidar de `Todos´”[15].
Siendo la escuela es la base de la sociedad y “Los
gobiernos liberales (denomínese como quieran) deben ver en la primera Escuela
el fundamento del SABER y la
PALANCA con que han de
levantar los pueblos hasta el grado de civilización que pide este siglo”[16]
porque es la instrucción General el “único medio de dar estabilidad
a las instituciones liberales”[17].
Consideraba que era necesario mover la palanca social que representa la escuela
de forma que se pudiera construir la civilización y dar estabilidad a las
instituciones sociales.
Estos principios
liberales sufrieron mucha influencia del socialismo utópico, como lo es la
tesis de intentar hacer una sociedad igualitaria a través de la educación y la
instrucción pública general:
“la de las
Repúblicas debe ser
Educación Popular
Destinada a
ejercicios Útiles
aspiración fundada
a la propiedad[18]
Y
EDUCACIÓN POPULAR
y por
Popular .... se entiende..... jeneral[19]
Se halla una contradicción evidente. Si la educación
popular se entiende por general, no puede tener como aspiración hacer
prevalecer la propiedad, sino al contrario, también generalizar la propiedad.
Lo cual implica por lógica dialéctica dirimir los bienes para hacerlos comunes.
La finalidad que deja entrever en sus escritos don Simón Rodríguez es,
precisamente, crear una educación social, popular que permita ir avanzando en
cuanto a la conformación de una mejor sociedad, más igualitaria y justa que
contradice algunas de las propuestas anteriores.
Incluso al tratar sobre la posibilidad que “la naturaleza
sea la culpable de la desigualdad social” es tajante “la naturaleza no hace
razas de estúpidos, de esclavos, ni de pobres, ni de ignorantes, LA SOCIEDAD
LAS HACE POR SU DESCUIDO O POR SU CONVENIENCIA” o cuando afirma que “Hace
tiempo que se disputa sobre la Libertad. Igualdad &
C. i después de largos rodeos se ha venido a quedar en que, no siendo iguales
los hombres en APTITUDES no pueden serlo políticamente que lo único que PUEDE
HACER LA SOCIEDAD, a favor de los que
quieren hacerse aptos, es, poner a la disposición de todas las instrucción”[20].
Esta opinión es radicalmente opuesta a la que hace Bolívar en el Discurso ante
el Congreso de Angostura, donde atribuye la desigualdad social a la naturaleza.
Este planteamiento es un elemento que evidencia principios
fundamentales del socialismo utópico, ya que son similares a las propuestas de
la psicología marxista, cuyo pionero fue Lev Semiónovich Vigotski[21],
cuyos trabajos han sido reconsiderados respecto al desarrollo psicológico
determinado por las condiciones históricas, sociales y culturales más que por
el fenómeno puramente biológico, como planteó Piaget. En la actualidad se toma
a Vigotsky como fundamento del proyecto educativo nacional y es necesario
conocer los aportes desde la creación teórica concreta de la fuente original, arduo
trabajo porque existen pocas traducciones del ruso al castellano de la obra de
este joven investigador[22]. La UNESCO [23]
acepta la influencia del proceso
histórico en el cual han interactuando diversos componentes, para la
conformación de la conformación sicológica y sociológica de los individuos
IV
A pesar de las contradicciones que se hallan en el
pensamiento de don Simón Rodríguez, entre decrarse liberal y actuar en función
del socialismo utópico; don Simón poseía un claro sentido de clase y la firme
convicción que la educación popular podía generar igualdad social. Era
necesario ir a desentañar los conflictos de clases para poder optar a una
situación diferente, distinta, de la conformación vital del saber domesticado,
del habito de obedecer “La Ignorancia
casi jeneral, en que vive la clase inferior del pueblo.... Los caprichos
de la clase media..... y las pretensiones de la superior, son causa– y
todo es ignorancia: porque el capricho
es una voluntad no motivada, y la pretensión
mal fundada es voluntariedad”[24]. En
las Sociedades Americanas escribió que “Los conocimientos son armas que, por lo
regular, se sirve, contra la sociedad”[25] y
esas armas, desde el establecimiento de la explotación, siempre han estado de
parte de las élites que detentan el poder, la riqueza y los medios de
producción.
Rodríguez distingue claramente tres clases sociales: una influyente, que “se
distingue, en gran parte, y en todas partes, por conocimientos ajenos al arte
de vivir, como cimientos que en nada
contribuyen al bienestar social –todo lo que se sabe rueda sobre
la Administración, o sobre el curso de negocios establecidos = y estos negocios
son, en suma, el aumento de comodidades de las clases ya acomodadas: las
que no están, aspiran a elevarse por el caudal– ¿quién no lo buscará en todos
los rincones de su país, o no saldrá a buscarlo por todos los rincones del
mundo? La Avaricia ocupa el lugar de las Luces, donde las Luces no han
penetrado”[26].
Una clase media que “por salir de la inferioridad,
abusa de la impotencia del pobre de espíritu, o de medios, y es más injusta con
EL que la influyente lo es con ELLA: sin advertir que nadie quiere ser menos, y
que la estupidez no se hereda con la pobreza”[27].
La clase ínfima, que constituyen la masa del pueblo y son “Millones! de
hombres que se pierden en la abyección, por no conocer los medios para elevarse
–o por no poder adquirirlos– o porque la
pereza mental los abate –o porque no se les permite aspirar a ser más de lo que
son: de los Sabios mismos se hace poco caso si son pobres. –Se cubren los
campos de gente ociosa, porque la cultura no los ocupa –las ciudades del
interior se llenan de mendigos– i en los barrios de las grandes capitales,
pululan miserables”[28].
Era necesario disolver las contradicciones generales por
la opresión de las clases pudientes a las oprimidas porque “... llaman prosperidad a la opulencia fundada en el
opacamiento de las clases que tienen oprimidas”, como escribió en las
Sociedades Americanas, 1840[29].
Clases oprimidas integradas por indios y esclavos africanos y sus descendientes
y hasta de blancos pobres, artesanos, obreros, campesinos, proletarios, porque
“la suerte de un jornalero difiere muy poco de la de un esclavo”[30],
según sus palabras. Era necesario que cesará la ostentanción de riquezas de que
hacia gala la minoría opresora “artefactos!
que adornado la suntuosa morada del rico, y cubriendo la desnudez del
PROLETARIO, establezcan un perpetúo equilibrio entre las fuerzas productoras y
consumidoras, hasta los últimos rincones del Globo”[31].
Referir el concepto de clases sociales, en el sentido y
proyección que Rodríguez les presenta no deja lugar a dudas de una búsqueda
ontológica superior donde los seres humanos puedan convivir en una sociedad más
igualitaria y justa, donde las diferencias y desequilibrios sociales fuesen
menos acentuados hasta llegar a su total desaparición. El ser humano, por
naturaleza, manifiesta siempre la vocación ontológica de superarse
constantemente y hacia la incentivación de esta disposición es que Rodríguez
apunta la finalidad de la educación.
V
Para don Simón Rodríguez era necesaria conjugar la
instrucción general para disminuir las diferencias de clases. La función del
Maestro en las primera escuela es la que virtualmente la que establece las
bases de todo conocimiento porque ha enseñado aprender y el buen éxito de todas
las carreras depende de los primeros pasos que se den en ella por allí empiezan
las relaciones, con las cosas, personas, y el mundo en general por eso se
considera la primera Escuela, la
Escuela... por
antonomasia[32].
La República tiene la necesidad de fomentar conocimientos nuevos, acordes con otro orden
social es necesario donde se forme un nuevo plan de enseñanza y se establezca
con Maestros nuevos, acordes con los ideales que se quieren formar. Esos nuevos
Maestros formarían personas con nuevas perspectivas lograrían el desarrollo
integral de los individuo a través de las inquietudes serían sembradas en los
niños y los jóvenes. Por eso es que el título de Maestros solamente de les debe
dar el que sabe enseñar:
“El título de
Maestro no debe darse sino SABE enseñar
esto es al que enseñar
esto es, al
que enseña a aprender
no al que
manda a aprender,
o indica lo
que se ha de aprender
ni ... al que
se aconseja que se aprenda
El maestro que sabe dar
primeras instrucciones, sigue enseñando virtualmente todo lo que se aprende
después, porque enseñó a aprender. Su ministerio es de primera necesidad,
porque influye en los demás estudios”[33]
Maestros comprometidos con el proyecto de transformación
social. Que su compromiso sea el compromiso de las clases más desposeídas para
poder conseguir elevar su nivel de vida. Estos nuevos maestros tendrían que
dejar de ser “unos pobres dependientes o ayos mal pagados, especie de bocinas
que suenan como las soplan: su oficio es...
Engañar a los muchachos por orden de sus padres”[34].
Esa premisa de hacer digno el oficio y vocación de
Maestro, es un compromiso de Estado, y por ese mismo motivo no se cumple. No
interesa que el maestro sea bien remunerado, para intentar hacer de su
condición de “ayo mal pagado” del mercado donde se reproduzca la miseria misma
del sistema. Construir una escuela para la obediencia y el orden.
Era, y aún es, necesario dejar la Escuela del engaño, de
la mentira condicionada, es necesario llegar a la capacidad de pensar. Bajo
pretexto de religión, la monarquía plantea una educación “para embaucar a los
pueblos”. Por esto se debe dejar al sabe domesticado porque:
“En las Repúblicas
la Escuela debe ser
política también; pero sin pretextos ni disfraces
En la sana política
no entran mañas, tretas ni ardies.
La política, en las
Repúblicas, en punto a instrucción
es formar hombres
para la sociedad”[35]
Esta visión de la educación como función evidentemente
política es compartida por Paulo Freire, quien años después escribió “No existe un trabajador de la enseñanza, en Brasil o
en cualquier sociedad, como algo abstracto, universal. El trabajador de la
enseñanza, en cuanto tal, es un político, independientemente de si es, o no,
consciente de esto. De ahí que me parezca fundamental que todo trabajador de la
enseñanza, todo educador o educadora, tan rápidamente como sea posible, asuma
la naturaleza política de su práctica. Se defina políticamente. Haga su opción
y trate de ser coherente con ella”[36].
Entonces no se le puede negar la esencia de lo que conlleva
per se, la
educación, su esencia es la política, entendida como la relación entre el
Estado y los ciudadanos, sin embargo es necesario estar alerta puesto que esto
no implica una posición de imposición hacia los estudiantes que difieran de su
criterio y de la opción que escoja el docente, quien debe respetar y tolerar a
quienes difieran de sus opiniones y se lo expongan, argumentando con juicios
válidos los presupuestos que crea.
VI
Retomando algunas de las ideas del maestro Simón Rodríguez
respecto a la educación puede presentarse un decálogo de ideas, y al cual
fácilmente puede agregarsele muchas ideas más que la originalidad de don Simón
Rodríguez aportó a la educación Venezolana y latinoamericana en general.
1.- CONFORMAR UNA ESCUELA SOCIAL. Esta escuela servirá
para establecer los cimientos básicos para la conciencia que permita gestación
de una verdadera igualdad social; que genere conocimientos para desempeñar
trabajos prácticos que permitan realizar oficios conocidos, con suficiente amor
al trabajo. Don Simón Rodríguez expresaba:
“Para todo hay
Escuelas, en Europa,
en ninguna parte se
oye hablar de...
escuela social”[37]
La escuela social propuesta por don Simón Rodríguez, es un
medio que conlleva a la justicia y la equidad social. Es una escuela para el
aporte y la creación, donde no haya imposición de conocimiento sino una
acertada lectura de la realidad que posibilite darle a todos los estudiantes
las herramientas necesarias para una vida útil y próspera.
2.- DEJAR DE IMITAR SERVILMENTE. Hay que desarrollar el
sentido de creatividad, originalidad e
inventiva que nos permita encaminarnos hacia nuevos senderos propios de nuestro
devenir histórico. No servir simplemente de portavoz de ideas ajenas,
repitiendo mecánicamente las ideas de otras naciones, importando Dioses e
ideas.
“La América!............ Quién lo creería?!...
está llamada, por las
circunstancias, a emprenderla.
Atrevida paradoja
parecerá... no importa.
Los
acontecimientos irán probando,
a los que observan
poco la sociedad,
que es una verdad muy obvia.
La América no ha de
imitar servilmente
sino ser............ orijinal[38]
América para los americanos: por esto debemos aprender a
observar la sociedad, la imitación en cuanto copia de planes y proyectos, ha
hecho daño extremo a la iniciativas que proponen una visión integral de los
problemas que nos aquejan como sociedad. Por ello, se levanta la imperiosa voz
que nos sugiere “La América no ha de imitar servilmente sino ser............ orijinal”.
3.- UTILIZAR EL ARMA DE LA CRITICA. Debemos
conformar una conciencia critica que permita al avance en cuanto a los
descubrimientos de los lazos explotadores de la sociedad. En ese sentido hay
que comenzar desde la infancia a sembrar en los niños la conciencia critica, de
manera que no se haga un juicio antes de ser planteado, analizando y discutido,
en el sentido más amplio, con lo cual se desarrolla una conciencia critica,
utilizando la interrogación, las preguntas para generar nuevas respuestas. Don
Simón Rodríguez afirmaba:
“Enseñan los niños a
ser preguntones
para que, pidiendo el
Por que, de lo que se les
mande a hacer,
se acostumbren a
obedecer... a la razón!
no a la autoridad, como los limitados
La crítica en cuanto arma necesaria para una sociedad más
justa, debe promoverse en la escuela, de manera que los niños desarrollen esta
cualidad, para ello aconseja la epistemología de la pregunta, donde lo
fundamental es el por qué de las cosas obedezcan a la razón, todavía es una
vigente y lapidaria afirmación. Se exige permanentemente que los niños y
jóvenes sean críticos, cuando los docentes –en su mayoría– no lo son y muchas
veces nos portamos como estúpidos al obedecer ciegamente a la autoridad o a las
costumbres. Y la estupidez no es una deficiencia cerebral, sino una mala
utilización de las facultades y cualidades que poseemos[40].
4.- UNA EDUCACIÓN AL ALCANCE DE TODOS. Hay que implantar
una educación al alcance de todos, actualizada de acuerdo a las capacidades de
los discípulos. Sin pretender ostentar sabiduría, ni enseñar demasiado, o cosas
innecesarias.
“Hay 3 especies de
maestros
Unos que se proponen ostentar Sabiduría... no Enseñar,
otros, que quieren
enseñar tanto! ... que confunden
al discípulo,
i otros, que se ponen
alcance de todos, consultando capacidades.
Estos últimos son los
que consiguen el fin de la enseñanza, i los que perpetúan
sus nombres, en las
Escuelas”.[41]
Colocar el conocimiento en el
justo nivel que se requiere necesita capacidad de observación e intuición de
los grados y limitaciones cognoscitivas de los estudiantes. Esa cualidad,
necesaria en cualquier docente que se precie de ser tal, es la que hace que los
estudiantes sean buenos o malos: Un docente cuyo índice de aplazados sea
sumamente altos, debe revisar sus métodos y estrategias que no permiten la
aprehensión y el desarrollo de los procesos cognoscitivos. Esta es la Zona de Desarrollo Próximo
presentada por Vigotski.
5.- HAY QUE TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN. Es necesario
implementar el cambio educativo desde la primera escuela, ya que es allí donde se establece las bases, los cimientos
de todas experiencia posterior, donde se apliquen los principios que en ella se
establecen, de allí que la primera escuela es la escuela por antonomasia.
“Piénsese en las
funciones del Maestro, en la primera escuela, i se
verá que sigue virtualmente enseñando a aprender
en las otras edades
El buen éxito, en
todas las Carreras, depende... casi siempre...
de los primeros pasos
que se dan en ellas:
Estos pasos se enseñan a dar en la 1ª escuela:
Allí empieza la vida
de las relaciones con las Cosas, con las Personas.
Luego, la 1ª escuela
es... la Escuela!... por
antonomasia:
Las demás, son...
aplicaciones de sus
La importancia de la primera escuela –hoy escuela inicial y
primera etapa de escuela básica– presenta un reto de mucha importancia, ya que
según los avances de las neurociencias, los niños están en plena capacidad de
captación cuando tienen abiertas las “ventanas de oportunidades”[43],
cuya máxima capacidad de captación se encuentra desde el período de captación
hasta los 9 años. Entonces los diversos tipos de cerebro pueden ser
desarrollados con ejercicios prácticos:
El “cerebro hablante” a través de
conversaciones con el
niño, siendo éste es un recurso simple y eficaz lo cual debe hacerse antes de
los 10 años. El “cerebro espacial”,
para la comprensión de la percepción espacial, desde los cinco hasta los diez
años de edad, pueden aplicarse “los ejercicios físicos que tienen que ver con
la noción de izquierda y derecha, arriba y abajo, hacia adelante y hacia atrás,
son aconsejables. La natación, la danza o el judo ayudan al desarrollo de la
percepción espacial de los niños”; mientras que el “cerebro musical”, permanece
desde los tres hasta los diez años de edad, se puede desarrollar al “cantar
junto con el niño y jugar con la musicalidad de las palabras son estímulos
simples pero potentes. Colocar música mientras el niño juega, también lo es. Si
él demuestra aptitud musical, sería bueno incentivarlo lo antes posible”[44].
Estas facultades del
cerebro, a su vez posibilitan el crecimiento de lo que se ha denominado como
“Las siete cabezas” o los siete tipos de inteligencia: musical,
corporal-cinestésica, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e
intrapersonal[45].
Don simón Rodríguez, ciertamente, no pudo explicar en detalle éstos
presupuestos teóricos descubiertos muchos años después de su muerte, más si
intuía que eran mucho más efectivos los aprendizajes que los niños adquirían a
esa edad que los dados posteriormente, por este motivo, afirmaba que “la 1ª
escuela es... la Escuela!... por
antonomasia Las demás, son... aplicaciones de sus principios para hacerlos
transcendentales”. Afirmación corroborada en los ya citados trabajos
acerca del la evolución del cerebro.
6.- DESARROLAR UNA EVALUACIÓN CUALITATIVA. Se hace necesaria
la complementación de un sistema evaluativo que permita la caracterización de
las verdaderas aptitudes y actitudes de los individuos para la solución y la
conformación de los problemas que puedan presentarse en el trascurso de su
ciclo vital. Esto es una educación para la sociedad, para la vida, para el
hacer, para construir sueños de futuro. No para pasar un examen, de los que
afirmaba don Simón Rodríguez.
“Exámenes Públicos
esa
charlatanería viene de Europa”[46]
Es decir, trascender la evaluación en cuanto calificación. Evaluar es
formar y calificar es juzgar para condenar. Los exámenes son la máxima
expresión de la calificación y han demostrado que no son indicadores reales de
la existencia de competencias adquiridas. Y, en la mayoría de los casos, son la
apreciación subjetiva que el maestro posee de los estudiantes. La evaluación
debe asumir nuevos principios éticos, más allá de las disposiciones técnicas,
asumiendo principios de crítica permanente y auto-análisis[47].
7.- LA
LECTURA DEL MUNDO Y LA PALABRA. Debe
implementarse una educación pro asertiva, pausada, pero sin descanso, donde se
puede avanzar hasta llegar a los máximos niveles. Don Simón Rodríguez pensaba
en una educación que comenzase por las matemáticas, enseñando a contar sumando
con tablas y piedras hasta llegar a la lectura, porque:
“Leer, es la última parte! del trabajo,
en la enseñanza de todo idioma,
diga, el que no
desfigura los pensamientos, leyendo,
lo que ha
trabajado para leer con sentido.
Para despreciar
alguno, por su ignorancia, dicen.....
¿Qué tal sujeto será,
cuando... ni leer sabe?
no lo dirían, si
advirtieran que...
leer, es resucitar
ideas sepultadas en el papel:
Cada palabra es un
epitafio
i que, para hacer esa
especie de milagro! es menester
conocer los espíritus de las difuntas,
o
tener espíritus equivalentes para
subrogarles”[48]
Se refiere al acto de la lectura como supremo donde se conjuga la lectura
del mundo con la lectura de la palabra, como recuerda el maestro Paulo Freire
“la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra”, de ahí que la
posterior lectura de la palabra no puede prescindir de la lectura del mundo que
se tenga, por eso encontramos en el texto los elementos que vinculan la creación
con el conocimiento previo que poseemos de lo leído. Comprender el texto
implica aprehender y sistematizar el con-texto, a la relectura de lo vivido. El
sentido de la palabra lo brinda la comprensión que del mundo tengamos. Ese es
el “espíritu” que posibilita resucitar las ideas que sepultadas están en el
papel, lo epitafios que conforma cada una. El milagro es, entonces, poder
comprender el mundo que dentro de las palabras se encierra.
8.- HAY QUE IMPLEMENTAR PROYECTOS A CORTO Y MEDIANO PLAZO.
Para la construcción de este proyecto no hay que perder mucho tiempo en
proyectos pomposos. Es necesario implementar a corto y mediano plazo, ya que
muchos de éstos se tornan irrealizables por lo demasiado ambiciosos:
“No pierdan los Americanos su
tiempo, en proyectos pomposos. En
lugar de Teologías, Psicologías, Derecho y Lenguas Muertas, hagan los que
tengan juicio, algo!. Por unos
Pobres Pueblos que no saben que
hacerse, ni que hacer de sus hijos!
Los Directores de los Pueblos, y
los que se creen dignos de serlo, debe
conocer que, a la educación que recibieron en su infancia, deben los
homenajes que se le tributan, y que sin ella, estarían perdidos en la masa que
desprecian”[49].
Partía don Simón, de la necesidad de una práctica concreta. Darle
herramientas que sirvan a la vida diaria, para hacer los líderes que asumirán
los destinos de estos pueblos en el futuro. Quienes allí están, se lo deben a la
educación que recibieron y, entre la gente que no ha tenido oportunidad de
formarse, existen talentos igual o superior que no tuvo la oportunidad.
9.- COMBATIR LA ESCUELA DE LA ESPECULACIÓN Y LA MISERIA.
Debemos luchar contra la escuela de la especulación y el conformismo, la
escuela de la ignorancia donde hemos sido sumidos como medio de explotación y
opresión porque “lo que no es general no es público y lo que no es social”,
observar conocer reflexionar en cuanto a los beneficios sociales para poder la
escuela de miseria en que se nos ha sumido.
“Cuiden de sus hijos; no sea
que, por echarles a granel, en escuelas de especulación o de caridad, los verán
mañana sumidos en la ignorancia más crasa que la que hoy consideran como
inherente a la pobreza. El hombre no es ignorante, porque es Pobre, sino al
contrario”[50].
A los niños debe brindárseles la oportunidad de salir de la ignorancia y
al mismo tiempo se le brinda la oportunidad de salir de la pobreza. No se es
ignorante por ser pobre, sino pobre por ser ignorante, sentencia claramente.
Hasta ahora la escuela ha sido un centro donde fundamentalmente se realizan
prácticas tendientes a adormecimiento de conciencias, porque el pensar
críticamente es subversivo a quien detenta el poder. Y no existen otra forma
repensar. Muchas cabezas embisten y pocas piensan. La función de la educación
es, precisamente, hacer que más cabezas piensen y menos embistan. Dejar de ser
altavoces de ideas prestadas y asumir el compromiso de crear nuestras propias
propuestas.
10.- DEBEMOS SER ORIGINALES E INVENTIVOS. Estas son las
principales armas que debemos anteponer a todos los logros que pensemos
realizar, “La América
es original, Original sus instituciones y Gobiernos y Originales han de ser las
formas de fundar uno y otro”, por ello en todo momentos incitó a América y los
americanos a no debe imitar servilmente, sino ser original, consideraba que la
vía era la educación:
“Enseñen, y tendrán
quien sepa,
Eduquen, y tendrán
quien haga”[51]
La creatividad y la inventiva eran las principales armas:
“La América española es orijnal=
orijinales han de ser sus
instituciones y gobierno = i orijinales
los medios de fundar el uno i otro
O
inventamos o erramos” [52]
La creación es la máxima forma de expresión. La originalidad, la
invención y la creación son las bases de la búsqueda de soluciones a viejos
problemas. No puede encontrarse soluciones a viejos problemas por los mismos
procedimientos seguidos por donde no se ha atinado las soluciones. Si se
profundiza un hueco no se sale de él. Entonces la América original debe
buscar también en originales propuestas los medios de fundar la república.
Sustentándose en los principios de nuestro proceso histórico, el devenir que
permita consolidar instituciones y gobierno. El Estado en cuanto organización
que regula la relación de los seres humanos entre sí y de éstos con el Estado.
l.
[1]
Germán Carrera Damas utilizó una denominación similar, en la cual nos basamos
para la realizada aquí, tituló un discurso en el Concejo Municipal del Distrito
Federal el 28 de octubre de 1971, en ocasión del bicentenario del natalicio de
prócer: “Simón Rodríguez: hombre de tres siglos”, véase: Validación del pasado.
Caracas, ediciones de la
Biblioteca de la
UCV, 1975, pp. 23-35.
[2]
Anatoli Shulgovski: Simón Rodríguez
hombre y pensador (en torno al socialismo utópico en América Latina), en:
Universidad Santa María: Revista universitaria de historia, N° 3,
septiembre-diciembre, 1982, p. 22.
[3]
Anatoli Shulgovski: IBID., p. 24, 25.
[4]
Miguel Luis de Amunategui: Ensayos biográficos, Santiago, 1879; José Victoriano
Lastarría: Recuerdos Literarios, Santiago 2° edición, 1885, ambas obras citadas
por Alfonso Rumazo González: Simón
Rodríguez Maestro de América. Caracas, Caracas, Universidad Simón
Rodríguez/ Colección Dinámica y Siembra, 1976, p. 66.
[5]
“Ustedes tienen que dejar su manera anterior de vivir, el hombre viejo, cuyos deseos engañosos lo llevan a su propia
destrucción. Dejen que su mente se haga más espiritual, para que tengan una
nueva vida, y revístanse del hombre nuevo”,
La Biblia
latinoamericana, Efesios, 4-22-24. Ediciones Paulinas, 1972.
[6]
Ernesto Che Guevara: El socialismo y el
hombre en Cuba, Montevideo, 12 de marzo de 1965, en: Escritos y discursos. La Habana, Editorial Ciencias
Sociales, 1977, tomo 8, p. 253-272.
[7] IBID., p. 267.
[8] Simón
Rodríguez: Obras Completas. Caracas, Universidad Simón Rodríguez/
Colección Dinámica y Siembra, 1975, 2 tomos; la cita corresponde al T. I, p. 227.
[9] IBID., T. I, p. 272.
[10]
“Luego la República,
entre nosotros, es una Pardoia de la Monarquía”, IBID., T. I, p. 231.
[11]
“Oigo decir –a unos suspirando y a otros haciendo que suspiran– que U. se va
luego de concluir no sé que asuntos. Si es (me digo) el asunto de la
independencia, me tranquilizo, porque falta mucho para darlo por concluido. Y
no se que otros asuntos tenga Bolívar en este mundo...” IBID., T. II, p.
504.
[12]
“...Que los hombres nacen todos con derechos iguales a los bienes de la
sociedad, está sancionados por las pluralidad de los sabios; como también lo
está, que no todos los hombre nacen igualmente aptos a la obtención de todos
los rangos; pues todos deben practicar la virtud y no todos la practican; todos
deben ser valerosos, y no todos lo son, todos deben poseer talentos y no todos
lo poseen. De aquí viene la distinción efectiva que se observa entre los
individuos de la sociedad más liberalmente establecida. Si el principio de la
igualdad política es generalmente reconocido, no lo es el de la desigualdad
física y moral. La naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio,
temperamento, fuerzas y carácter. Las leyes corrigen esta diferencia porque
colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la industria, las
artes, los servicios, las virtudes, le den una igualdad ficticia,
propiamente llamada política y social”, Simón Bolívar: Discurso
pronunciado por el Libertador ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero de
1819, día de su instalación, en: Itinerario Documental de Simón Bolívar/
Escritos selectos. Caracas, ediciones de la Presidencia de la República, 1970, p.156.
[13] IBID., T. I, p. 230, 383.
[14] IBID., T. I.,p. 227; T. II., p. 29.
[15] IBID.,
229, 33.
[16] IBID.,
224.
[17] IBID., T. II., p. 172.
[18] IBID., T. I, p. 370.
[19] IBID.,
T. II, p. 104.
[20] IBID., T. I., p.
341.
[21]
Véase: “Psicología del arte”; “El método instrumental en psicología”; “Historia
y desarrollo de las funciones psíquicas superiores”; “Acerca de los sistemas
psicológicos”; “Pensamiento y palabra”; “El problema de la enseñanza y el
desarrollo mental en la edad escolar”; “La psicología y la teoría de la
localización de las funciones psíquicas”, en: El proceso de formación de la psicología marxista: L. Vigostki, A.
Leontiev. A. Luria. Moscú, Editorial Progreso, 1989. Existe una edición de la Obras Escogidas de Vigotski.
Editorial Visor, 5 tomos, 2002.
[22]
Vigotski nació en Orsa el 17 de noviembre de 1896 y murió de tisis en Moscú el
11 de junio de 1934, antes de cumplir 38 años. Sus aportes los realizó en menos
de 10 años de investigación.
[23] “Sin embargo, las actitudes
adversas que hoy puedan existir son el resultado de un proceso histórico en el
cual han interactuado diversos componentes, gran parte de los cuales no será
posible cambiar en el corto plazo. Las mismas razones que justifican la
inseparabilidad entre integración y desarrollo son las que condicionan a la
posibilidad de modificar las actitudes mencionadas”, Parlamento Latinoamericano
(PARLATINO)-Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO): Plan de
educación para el desarrollo y la integración de América Latina. Volumen II:
marco teórico. São
Paulo, Brasil, 20 Edición, agosto de
1998.
[24] IBID., T. II., p. 119.
[25] IBID., T. II., p. 105.
[26] IBID.,
T. I., p. 377.
[27] IBID.
[28] IBID.
[29] IBID., T. II., p. 122.
[31] IBID.,
T. I., p. 351. Sobre el concepto de
clases social, puede revisarse también en el tomo I las páginas 200, 319, 33,
331, 340, 341, 350, 351, 377, 378, 379 y 382.
[32] IBID., T. II., p. 13.
[33] IBID.,
T. I., p. 247.
[34] IBID.,
T. I., p. 233.
[35] IBID.,
T. I., p. 235, 236.
[37] IBID.,
T. II., p. 16.
[38] IBID.
[39] IBID., T. II., p. 27.
[40] La
estupidez es una cualidad que llena varias páginas de la historia humana como
demostró Paul Tabori, véase: Historia de
la estupidez humana. Buenos Aires, Ediciones Siglo XX, 1972. Traducción por
Anibal Leal del original: The natural science of stupidity.
[41] IBID., T. II., p. 17.
[42] IBID., T. II., p. 13.
[43] “…los neurobiólogos comenzaron a
estudiar lo que llamaron ventanas de
oportunidades. De la misma forma que el sentido de la visión depende de
conexiones hechas hasta los dos años de edad, y que los circuitos del lenguaje
se consolidan hasta un máximo de diez años, ellos juzgaron lícito suponer que
otras facultades podían también tener ventanas de oportunidades que,
debidamente aprovechadas, llevarían a adultos con determinadas capacidades. En
la revista National Geographic, el neurobiólogo Gerald Edelman, del Instituto
de Neurociencia de La Jolla,
en California, Estados Unidos, comparó esa situación a una especie de lucha por
la sobrevivencia de las neuronas. Si son usadas y tienen éxito, ellas se fijan
como instrumentos del pensamiento. Si son mantenidas en estado inerte, es como
si murieran”, PARLATINO-UNESCO:
Plan de educación para el desarrollo…, p. 29.
[44] IBID., p. 33, 34.
[45] IBID., p. 35, 36.
[47] “…La forma de mejorar la
evaluación en las escuelas, ates de ser un problema de técnicas, es un problema
de autoanálisis, depuración y formación de esos esquemas de mediación en cada
profesor y en ethos pedagógico colectivo que se instala en los centros
escolares y en los estilos de enseñanza que animan en diferentes niveles y
modalidades del sistema educativo…”, José Gimeno Sacristán: “La evaluación en
la enseñanza”, en: La evaluación: su
teoría y su práctica. Caracas, Cuadernos de Educación, Nº 143, 1993, p. 75.
[48]
Simón Rodríguez: IBID., T. II.,
p. 29.
[49]IBID.
[50] IBID.,
T. I., p. 227.
[51] IBID.,
T. I., p. 230.
[52] IBID.,
T. I., p. 343.
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